1. Hospital del horror o del placer


    Fecha: 15/06/2024, Categorías: Fetichismo Autor: DivorsiadaSexy, Fuente: SexoSinTabues30

    ... haga esto. Yo: aaaayyy, esta bien tranquila me dejaré hacer lo que quieran. Enfermera muy bien putita. Chas. Otra nalgada. Este: parece que te estás relajado Romi porque tu culo se empieza a comer este dildo jaja. Enfermera: parece que le termino gustando. Parece que te lo van a romper muchos eh pedazo de zorra. Mi autoestima estaba por los suelos, ya pensaba que hasta no valía nada que tanta belleza para simplemente complacer las necesidades de los hombres. Yo: ah ah, empezaba a gemir ya de placer Este: parece que le gusta. Yo: ah ay si dale más, romperme más el culo si dale. Este: como órdenes jaja. Estela me empezó a penetrar más rápido y yo todavía agarrada por los pelo por la otra enfermera mientras me insultaba y me nalgueaba yo ya estaba entregadisima y la combitacion de toda esta situación me hizo explotar en un orgasmo que nadie lo esperaba ni ellas que me estaba torturando. Yo: ahh me vengo me vengooooooo, siii ahhh. Ambas se quedaron perpleja y empezaron a reír. Estuvieron torturandome por casi 40 minutos más. Hasta que decidieron que era suficiente y que ya no había ninguna esperanza para mi. Este: bueno parece que te convertí en una adicta al sexo. Por unos días vas a sentirte súper relajada tranquila y eso pero luego tus tetas tus piernas todo tu cuerpo lo sentirás muy sencible y receptivo a cualquier tipo de contacto, te sentirás agitada y tu vagina se mojara y si escuchas insultos por la calle te entrarán las ganas de nuevo. Esto te ocurrirá todos los días hasta que acostumbres y sientas que ya es natural tu excitación constante. Este: toma tus cosas y ve a disfrutar tu nueva vida jajaja. Mientras ambas me dejaban cambiarme yo lloraba porque sabía que era tarde.
    
    Volvía a casa toda debilitada sentia mis piernas que flaquean, mis tetas hinchadas, mi culo me dolía porque todavía estaba algo abierto y mis nalgas estaba todas coloradas y me ardían de las nalgadas que me dieron. Mi vida iba a cambiar, ya no para bien, pero debía aceptar lo que era y que pronto mi nueva vida empezará. 
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