1. CAGADITA. (2) (A pedido).


    Fecha: 11/06/2024, Categorías: Fantasías Eróticas Gays Incesto Autor: GUILLEOS1, Fuente: SexoSinTabues30

    ... hermoso redondel rosado que sus manos dejaban ver. Mi glande cabeceaba deseoso de penetrar sus tripas y lo apoyé en su ano dilatado y dispuesto.
    
    Lo fui dirigiendo con la mano para evitar penetrarlo de golpe, ganas no me faltaban, su redondelito y sus nalgas me lo pedía a gritos, pero no era cuestión de lastimarlo, la desproporción era muy evidente, sin embargo, cuando comencé a entrar todo pareció acomodarse. El esfínter reaccionó acorde a lo que quería y, aunqueGustavito sentía el pedazo que le abría todo el conducto y se quejaba con ayes que no disimulaba, pedía:“despacito, dale, dale, metela más, despacitoMartín es muy grande, pero me gusta, me gusta mucho sentir como entra”.
    
    El nene ayudaba moviendo las nalgas y aun con dolor evidente, gozaba con la penetración, el muy putito parecía saber cuánto le había entrado y faltando unos tres centímetros de verga pidió que parara, yo me preocupé pensando en que le dolía demasiado,“el poquito que falta metelo fuerte, el gordo nunca me cogió así, me encanta cuando me metés tu pija dura”, -acotó girando el rostro para mirarme y empujé-.“Ayyy, ayyy, no te muevas, pero no la saques, me entró hasta la panza”, -dijo elevando su voz-, su ano se contraía y toda su pequeña humanidad temblaba levemente, decía de las“cosquillas” y me di cuenta queGustavito había experimentado un orgasmo seco.
    
    Eso y decirme,“seguí cogiendo”, fue como un aviso y me moví entrando profundo, saliendo y volviendo a entrar con ganas y fuerza, las nalgas del gordito parecían una coctelera, estaba disfrutando de su cogida como nunca y pedía alzando la voz,“dame, dame verga, la siento enorme, pero no me duele nada”. Yo pensaba que sería distinto cuando se le pasara el efecto del gel anestesiante, pero en ese momento era lo que menos me importaba y lo seguí cogiendo fuerte hasta sentir que mis huevos se contraían pidiendo un alivio. La leche le rebalsó las tripas y asomó a un costado de mi verga que seguí moviéndose como por inercia, fue justo cuando atiné a tomar la cámara y le pedí que girara la cabeza. La foto salió fantástica, la cara deGustavito se veía bien y el culito albergando media verga en su interior rezumaba un líquido blanco, la otra foto denunciaba la verga afuera y el culito dilatado a su máxima expresión.“Un poquito más, daleMartín, metela de nuevo”, -pidió vicioso y aunque estaba morcillona, entró haciéndolo gemir, pero no daba para más.
    
    Salí de él y me senté a un costado tratando de recuperar un poco el aire,Gustavito seguía en la misma posición y se reía apoyando la cara en el respaldo, le pregunté si le causaba gracia la cogida y me contestó que no, que le había resultado“súper”,“me río porque una vez fuimos conLuisito para estar con el gordo y él lloraba porque no la aguantaba, pienso que si lo cogés a él va a gritar como uno de los chanchos deJuan, jajaja”. No hubo necesidad de limpieza inmediata, me dijo que usaba una pera de goma de la madre y se lavaba bien el culito porque el gordo se había enojado una ...
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