La Feria Medieval - Engañada - Relatos Eróticos

La Feria Medieval - Engañada

... puedo evitar pensar todo lo que tendré que hacer para compensar ese gasto a mi nuevo Maestro. En esos pensamientos estoy cuando oigo una voz delante mío.

“Buenos días Señorita Parker, es un placer encontrarla aquí.”

Levanto la cabeza todo lo que puedo en mi situación y no puedo evitar sorprenderme ante lo que veo, he reconocido la voz del rector Andrew, incluso esperaba ver a Alexia a su lado, lo que no me esperaba era ver a Linda desnuda a su lado, con un collar metálico al cuello y una marca de esclava en su coño.

“Lo siento Kate;” me dice Linda agachando la cabeza, “El Maestro Andrew te quería como esclava y no podía desobedecerle.”

“Silencio esclava;” le ordena el rector Andrew, “Pero Linda tiene razón, desde que la ordene poner cámaras en vuestro apartamento y vi vuestros espectáculos lésbicos decidí que debía tenerte también como esclava, ahora espero que incorporéis a Alexia a vuestros juegos como vuestra mascota;” nos explica sonriendo.

No sé qué decir, por un lado estoy muy enfadada con Linda, pero por otro lado estoy feliz de poder seguir siendo amantes y de poder jugar con esa zorra orgullosa de Alexia.

“Ponla nuestra marca en la espalda Michael;” le oigo decir al rector Andrew, “En la fiesta la marcaremos a Alexia y a ella como esclavas y te dejaré ser el primero en follarte su coño;” añade.

“Gracias papa;” le contesta Michael haciendo que me lleve una nueva sorpresa, miro a Alexia y a Linda, mientras Alexia parece igual de sorprendida que yo, Linda sigue mostrando esa mirada impasible e inocente.

Pronto dejo de preocuparme por mis dos amigas al notar un tremendo dolor en la parte baja de mi espalda provocado por el hierro al rojo que Michael sostiene en la mano.

“No puedes imaginar lo que voy a disfrutar follándote;’ me dice Michael pasando sus dedos alrededor de mi marca.”

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El amanecer me sorprende abrazada a Linda después de una noche de ser usada sexualmente, he pasado de ser virgen hace unas horas, a haber sido usada por más de una docena de hombres, mi cuerpo está cubierto de restos de semen seco y me siento agotada de la cantidad de orgasmos a los que he llegado.

Michael no perdió el tiempo en desvirgarme en cuanto me colocaron la marca estándar de esclava en mi coño, volvió a follarme el culo mientras su padre disfrutaba follándose a Linda y a Alexia, antes de compartirnos con algunos de los otros hombres presentes, entre ellos George, nos follaron a cada una de nosotras las dos a la vez.

Mientras recuerdo todo lo ocurrido por la noche paso mis dedos por la marca del coño de Linda, al contrario de la marca a fuego de mi espalda, las marcas universales son tatuajes, una especie de código de barras con números, cuyo significado todas hemos estudiado.

Repaso mentalmente los números del código de Linda y suelto un grito ahogado al ver que fue esclavizada hace un año, justo cuando visitamos la feria con el rector Andrew como uno de los vigilantes del grupo, lo que me lleva a ...