La Herencia (cap.1) - Relatos Eróticos

La Herencia (cap.1)

... mismo era incapaz de sacar y disfrutar, pero siendo sometido y entregándose saldría y lo disfrutaría, que siempre había visto en él sus temores y miedos a ser descubierto como en realidad era de ahí que desde que lo conoció lo tuvo a su lado y con ella. Le contaba en la carta que le había pedido a su madre que cuando Pablo se entregase y una vez fuese un esclavo sometido, dedicase especial atención a adiestrarlo como mascota y también a feminizarlo, era algo que a ella, Cristina, le encantaba y quería hacerlo con el que ya había comenzado a aprender a comportarse como una mascota, recuerda que a tu Ama Cristina le gustaba que fueses un buen perro.

También en la carta le hablaba de las propiedades y del dinero, diciéndole que quería para su madre la mejor vida posible y por tanto le responsabilizaba de que la tuviera, que esperaba que él se afanase y esforzase en conseguir más ingresos y riqueza para su madre viviese de manera más confortable y sin preocupaciones.

Pablo seguía de rodillas leyendo la carta, tal y como le había indicado su Ama Cristina, cuando la puerta de su dormitorio se abrió y entro Sofia.

- Por como estas, supongo que estas leyendo la carta que Cristina te dejo.

Pablo se mostró en ese momento descubierto, sorprendido y sin saber cómo reaccionar, no estaba acostumbrado y además la lectura de la carta le estaba afectando emocionalmente, se encontraba muy sensible por ello.

Sofia se acercó a él y quedo parada frente a él.

- Ya has solucionado todo lo de mi viaje?, le dijo.

- Si Sofia, ya está todo hecho, perdona ahora mismo te lo doy.

- Ve aprendiendo Pablo, si te encargo algo, lo haces y me lo comunicas, nunca hagas que yo tenga que preguntarte o ir a buscarte.

Otra cosa, que te he visto muy sorprendido, nunca cierres una puerta si no te ha sido indicado, por supuesto yo pasare a cualquier estancia de la casa cuando y como quiera.

- Si Sofia, perdona.

En ese momento Sofia se agacho y le dio dos bofetones a Pablo, dos bofetones fuertes que casi lo hacen caer de su posición de rodillas.

- Pensaba a mi vuelta avisarte de tu mala educación y establecer algunas normas, pero quizás este es el momento indicado, además estas en la posición que debes estar y que debería ser tu favorita, de rodillas.

Seas o no de mi propiedad finalmente, deberías de mostrarte educado y respetuoso con cualquier Dama, tú eres un ser inferior, pero aún más conmigo puesto que además de ser una Domina, puedo llegar a ser tu Dueña, por todo ello sería adecuado que mostrases tu buena educación tratándome de usted y acabando tus frases con Señora Sofia o Doña Sofia, es una señal de respeto que merezco, entendido?

- Si Señora Sofia, lo lamento mucho y tiene usted razón, estos días están siendo para mi muy duros y no se bien lo que hago, perdóneme por favor.

- Precisamente por ello no te he reclamado nada antes, pero ya me debes dispensar el trato debido.

- Por supuesto Doña Sofia y así será.

Sofia tal y como estaba ...