La Herencia (cap.1) - Relatos Eróticos

La Herencia (cap.1)

... reportado bastantes beneficios, por lo que tengo una casa en propiedad, es bastante amplia porque me gusta trabajar en casa y podrías quedarte allí si no te importa.

- Es una fantástica propuesta Pablo, pero por mucha necesidad que tenga, no creas que el hecho de que yo esté en tu casa hará que no te trate como el sumiso que eres, eso no pasara, entiendes?

- Claro que lo entiendo Cristina, es más, por lo que conozco de ti espero que eso no suceda nunca, no lo espero en absoluto eso de ti, me has ofrecido enseñarme y descubrirme, aceptarme, eso es lo que deseo y pienso que la persona ideal eres tú.

- Eso Pablo significa que si entro en esa casa tu serás mi sumiso y yo tu Ama, por lo que deberás de aceptar y cumplir las normas de convivencia que imponga desde el primer día, es eso lo que quieres?

- Si, es lo que deseo.

Pablo ya había adquirido conocimientos de comportamiento, de trato, de conducta y de todo respecto a cómo se debe comportar un buen sumiso, fue aceptando su condición y cuál era su papel, algo que aunque le costó asumió de buen grado porque al final el solo deseaba que Cristina tuviese interés en él, de ahí que ella arreglase su vida acorde a como le gustaba vivirla y no solo la de ella, también la de él, ella era quien manejaba las finanzas, tenía amantes que los llevaba a casa a follarselos y también tuvo algún sumiso y sumisa temporal, termino de estudiar y trabajaba solo en lo que le encargaban que le apetecía, ya no tenía la necesidad de producir, se cambiaron de casa y la nueva se puso a nombre de ella, para terminar de arreglar sus papeles y estar legal se casó con Pablo y la misma noche de bodas se llevó al dormitorio a uno de sus amantes, a Pablo le gustaba llevarlo con un dispositivo de castidad que solo le abría cuando ella consideraba que lo merecía y entonces procedía a ordeñarlo como premio, la disciplina, azotes y castigos se habían convertido en una rutina en la vida de Pablo y él era feliz con todo ello, era muy feliz con todo lo que proporcionaba placer a su amada Dueña Cristina.

Su convivencia, su relación, era algo especial pero le llenaba por completo, por fin todas las piezas que él nunca había entendido desde su adolescencia encajaban y él se sentía realmente bien siendo el esclavo de Cristina.

En sus vidas se cruzó de repente y sin avisar una terrible enfermedad en Cristina, el acudió a los mejores especialistas poniendo todo de su parte para encontrar remedio, pero la única respuesta que encontraba era el poco tiempo que le quedaba de vida a ella, algo que a él le resultaba muy difícil de asumir, ella después del primer revés empezó a asumir lo que sucedería y quiso prepare para ello, le ordeno a Pablo que se pusiese en contacto con su madre y que le hiciese llegar billete de avión y dinero para los gastos de manera que ella pudiese venir a esos últimos días, la necesitaba.

Antes de todo eso Cristina ya le había hablado a Pablo alguna vez de su familia, padre desaparecido, madre que ...