1. Todo lo que he hecho, por darle celos a mi esposo.


    Fecha: 11/05/2024, Categorías: Dominación / BDSM Hetero Infidelidad Autor: Martehijodejupiter, Fuente: SexoSinTabues30

    ... a entablar una conversación con los tres, debido a eso me enteré de que el jefe, que es casado, y desde que su mujer quedó embarazada por tercera vez, se encuentra pasando un largo y ardiente verano, por lo menos hasta que su mujer de a luz.
    
    Otro de ellos que tiene novia, pero que no pasan de agarrarse las manos y besarse, eso cuando su futura cuñadita los deja temporalmente solos, y el más joven de los tres, que como él mismo se le zafó decir. “Yo tengo a Manuela, la viuda de los cinco hijos.”
    
    Apenas finalmente me senté a la mesa, y con toda la intención, dejé caer un tenedor, de inmediato el más joven de ellos tres caballerosamente se inclinó bajo la mesa para recogerlo.
    
    Momento que aproveché para dejar mis piernas completamente abiertas, ofreciéndole al chico el completo espectáculo de todo mi coño abierto.
    
    El pobre se ha dado un tremendo golpe en la cabeza, que estremeció toda la mesa, mientras yo continué actuando como si nada hubiera sucedido.
    
    Pero casi de inmediato, el chico se acercó a su jefe y le comentó algo al oído, y él a su vez se lo comentó a su otro ayudante, desde ese instante y durante el resto del almuerzo, a cada rato se le caían los cubiertos a uno de ellos tres.
    
    Mientras que seguía almorzando de lo más tranquila manteniendo mis piernas abiertas, y ocasionalmente con la yema de mis dedos acariciaba ligeramente ya fuera mi clítoris o mis labios vaginales.
    
    Mientras que mi esposo, continuó almorzando sin prestarle mucha atención a lo que sucedía a su alrededor, y ni tan siquiera darle curiosidad por que tanto se les caían los cubiertos a esos tipos.
    
    Durante el resto del almuerzo, la manera en que me miraban los tres, para mí era evidente que los tenía excitados al tope.
    
    Además de sus comentarios de doble sentido, a los que yo simplemente respondía con una seductora sonrisa, mientras que mi esposo parecía ajeno a la tierra con respecto a lo que estaba sucediendo bajo sus propias narices en la mesa, era como si eso en nada tuviera que ver con él.
    
    Al finalizar, mientras ellos tres se dirigían a continuar con la obra, mi esposo me dijo calmadamente que iba a seguir trabajando en su computadora, ya que se encontraba en medio de una gran negociación.
    
    Por lo que yo algo frustrada por su falta de atención hacia mi persona, sin decirle nada a mi esposo decidí acompañar a los tres obreros, hasta en lo que en un futuro cercano sería la piscina.
    
    Sin quitarme los ojos de encima, los tres se pusieron a trabajar, mientras que yo me recosté, con mis piernas abiertas sobre unos sacos de arena, y oculta de la vista de mi esposo, por la casucha de las herramientas.
    
    Fue cuando viendo como los tres no dejaban de mirarme, decidí seguir adelante con algo que de momento me provocó hacer, y de manera que pareciera distraída.
    
    Mientras continuaba hablando con ellos, comencé a pasar mis dedos nuevamente por sobre la piel de mi vulva, prácticamente introduciéndomelos dentro de mi coño.
    
    Su reacción no se hizo ...