1. Pagando favores con mi cuerpo (5ª parte)


    Fecha: 12/04/2024, Categorías: Control Mental, Autor: MarArrOrt, Fuente: TodoRelatos

    ... que estés todo el día encerrada, no suelo tener urgencias. Si quieres marcharte a fiestas o lo que sea… No hace falta que te quedes en casa siempre.
    
    —… Me preocupa que eso enfade a tu tío.
    
    —Él no se enterará porque no viene aquí casi nunca y cuando lo hace, avisa con antelación. Si se entera, le diré que fue una orden mía. De todas formas, si estás siempre en casa, ¿que haces con el dinero que ganas?
    
    —Enviárselo a mi familia, como cualquiera con este trabajo.
    
    —Ah…
    
    Recuerdo que hace unos días le dije que hablaría con mi tío sobre subirle el sueldo. La verdad es que no tengo demasiadas ganas de hablar con él, pero… Yo apenas gasto la paga que me da mi padre.
    
    —Oye, te dije que te subiría el salario. A parte de lo que te pague mi tío, te daré… ­—Mi padre me da una paga de cien piezas de oro al mes. Gasto entre quince y treinta en material de estudio, tal vez cinco o diez en caprichos. Le podría dar cuarenta a Adeline como un capricho. No creo que sea mucho, pero espero que agradezca el gesto. — cuarenta piezas de oro al mes. Tal vez no sirva para enviárselo a tu familia, pero así puedes salir de tanto en tanto.
    
    Adeline palidece. Me mira en silencio. Temo haberla insultado. ¿Debí ofrecerle más?
    
    Contesta con una voz un tanto quebrada.
    
    —G… Gracias.
    
    Parece sorprendida. ¿Cuánto he errado con la cifra? Voy a mi habitación, saco del arcón la cantidad estipulado. Luego añado unas pocas más, por si acaso. Regreso, y se la entrego, sigue rara.
    
    —Debo irme a hacer algo. No creo que vuelva a casa hasta mañana.
    
    Responde con un hilo de voz, como si estuviera a punto de llorar.
    
    —Vale…
    
    Algo preocupado por si he estropeado esta relación, marcho a casa de Gahan.
    
    Llego a su casa, pensando en que perversión querrá cometer hoy y en pedirle que el día de ayer cuente como dos. Grito mi nombre y subo las escaleras sin esperar respuesta. Allí le encuentro, entusiasmado como un niño. La sala está como siempre, fría y austera pero relativamente limpia. Aunque ahora hay un frasco con algo encima de la mesa.
    
    —¡Buenos días Alden! ¡Llegas justo a tiempo!
    
    —Hola, Gahan.
    
    —¿Qué tal pasaste la noche? ¿Repetiste?
    
    —¿Qué? ¡Ah! ¡No! No repetí, solo estuve charlando con Kalia.
    
    —Eso también está bien. ¿Verdad que es un amor de persona?
    
    —Si, bueno, fue… bastante dura.
    
    —¡Ja! ¡Habéis vivido poco y eso es debe parecer lo más duro, pero créeme que aún te queda por experimentar cosas mucho más intensas!
    
    —Eso suena… amenazador.
    
    —¿Amenaza? No, no, querido, no es una amenaza. Las amenazas son indeseables.
    
    —Ya… bueno, la noche fue bastante dura…
    
    —Si, lo siento mucho por lo de Gene.
    
    —¿Eh? ¡Ah! Si, Gene…
    
    —Bueno, no te pilló, ¿verdad?
    
    —Creo que no, aunque me da miedo volver a hablar con ella y que salga el tema.
    
    —Razonable, fue un accidente e hice cuanto estaba en mis manos, pero lo lamento. ¿Te parece si esa noche cuenta por dos y estamos en paz?
    
    Quería que contara por dos por la sesión de calentón y tortura con ...
«12...567...»