1. (3) me fornicó mi sobrino


    Fecha: 12/04/2024, Categorías: Confesiones Autor: Olga, Fuente: TodoRelatos

    ... Chau- Y colgó.
    
    Mercedes nos vio como la leona que tiene en sus garras a sus presas. -¿De verdad se va a casar, tía?- No, mi macho vergudo, los voy a cazar a ustedes… pero, aún te doy la oportunidad de que te vayas, Nora Eugenia y te prometo que nunca contaré nada. -No pienso darte gusto, zorra ¿Tú que dijiste? ¿Echo a mi hermana y me quedo disfrutando de mi sobrino a placer? Pues te equivocas PutiMercedes. Y soltó una carcajada aterradora. -Veo que ya sacaste las garras, chatita putita, entonces ¿Te vas a quedar a ver la culiada que me va a dar Carlos?- Perdón, Tía Mercedes, pero yo no pienso hacer nada con usted. -Ah, tú también me retas- Volvió a sacar su celular y yo se lo quité. -Está bien Carlitos, hazlo, es mejor eso a que tu mamá me mate cuando se entere- Pero, tía… -Cállate, Carlitos, hagámosle caso, si no, nos va a mantener intimidados toda la vida; solo te pongo una condición, Mercedes, que sea esta la única vez y nos dejas en paz- Se los prometo, total, lo que me sobran son vergas, pero quiero probar la tuya por prohibida y además me quiero dar el gusto de verte sufrir, Chatita adorada. -¿Y por qué iba a sufrir?- Ya veremos, quédate a ver esta función pornográfica donde Carlos me va a reventar el culo. -Ya veremos- Dije que la voz quebrada.
    
    Carlitos me miraba con sus ojos apurpujados mientras Mercedes se desnudaba con descaro -¿Te gusta mi panochita depilada, Carlos? Me muero de ganas por que me des una rica mamada- La agarró del pene y se lo llevó a su habitación, yo corrí detrás de ellos, si me hubiera ido me habría evitado de ver ese tormento, pero algo me hizo ir a verlos, no entendía qué, talvez era medio masoquista, cuando llegué Mercedes estaba acostada con las piernas abiertas -Ven, mi amor, demuéstrame que ya eres todo un hombre y sácame un orgasmo con esa lengua tan rica que tienes, mi panocha te está esperando- Carlos me volteó a ver -Ya no le pidas permiso a la PutiChata, olvídate de ella y ven a mamarme la papaya- Yo misma lo desnudé y lo coloqué entre sus piernas -Eso, putita, así me gusta, que obligues a tu sumiso a que me de gusto…ah… que rico… así, papito… pero que lengua más rica tienes… eso, bebé, chúpale la concha a tu tía calentona… así… que rico… méteme toda la lengua en la rajita… uf… que buen mamador me saliste… ahí… ahí, pásame tu lengüita por mi gallito… uf, que rico… ven Chata, acércate para que mires como tu amor me chupa la pepa- Me acerqué llena de rabia, pero también me daba morbo ver a Carlitos como le chupaba la vagina a mi hermana. -Así, papito, eres un maestro de la mamada, sigue… ahí… ahí, mi rey… méteme los dedos… así… méteme otro por el culo… sí…así… chúpame el clítoris… sí… así… me vengo… siiiiiiiiiii… puta, que rico.
    
    -¿Te gustó, Chatita? Mira su carita llena de mis jugos ¡Bésense!- Carlos me vio, yo me acerqué humillada y lo besé, se sentía su boca salada, nunca pensé que sufriría tal sometimiento, pero a pesar de su sabor estaba disfrutando de la deliciosa boca de mi sobrino. -Síganse ...
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