(3) me fornicó mi sobrino - Relatos Eróticos

(3) me fornicó mi sobrino

... eso salió Carlitos, al ver mi maleta se echó a llorar, no hay cosa que me descomponga más que ver llorar a un hombre, en silencio nos acercamos y nos abrazamos con dolor -Espero que entiendas los motivos de mi partida, Carlitos, pero ya no soporto tenerte cerca sin quemarme- Tía… -No digas nada, solo espero que busques una chica que te haga feliz, yo no puedo hacerlo, perdóname, mi amor, te sirvo el desayuno y me voy- Cuando estaba sirviendo el desayuno sonó el timbre y fui a abrir la puerta ¡Mercedes! Entró como una tromba llena de regalos, los dejó sobre la mesa del comedor y sin siquiera saludarme se fue directo a Carlitos y lo besó en la boca, yo debí haberme ido en ese preciso instante, pero la cólera me subió como una tormenta, la agarré del pelo y la tiré al piso -Hola PutiChata ¿Todavía estás aquí? Yo ya te hacía mamándole la verga a tu marido- ¿Por qué vienes a atormentarnos la vida?, maldita, deja en paz a Carlitos. -Pues nuestro Carlitos no se ve tan atormentado, mira cómo me mira el culo, como que le gusta más que e tuyo- Se levantó, se subió más la minifalda y le modeló a Carlitos -Mira lo que te vas a comer, Carlos, ¿Te gustan las nalgas de tu tía? Están listas para que me metas la verga por el culo, por la panocha, en la boca, donde quieras tú, mi semental rico, voy a ser tu puta en el momento en que me quieras coger. Me abalancé sobre Mercedes, pero ella agarró un cuchillo de la mesa -Mira, PutiChata, yo nunca te he agredido… dijo poniéndome el cuchillo en la garganta. …pero si tú insistes en golpearme, no me queda otro remedio que defenderme, compórtate como la sumisa hermanita menor que eres; ¿Me prometes que no me vas a volver a golpear?- Yo asentí con la cabeza, ella dejó el cuchillo sobre la mesa.

-Vamos, sentémonos como personas civilizadas, tú aquí a la par mía, mi macho sabroso- Mercedes se percató de mi maleta -Veo que ya te ibas PutiChata ¿Qué esperas?- Ya me iba, Mercedes, pero no pienso dejarte sola con Carlitos, a no ser que él quiera que me vaya -Despídela Carlos, así tendremos todo el tiempo del mundo para que me cojas, vas a ver que rico te aprieto la verga con mis chuchos -No, tía Chata, no quiero que se vaya- ¿Viste, maldita perra, no quiere que me vaya? -Pero ¿Ustedes son idiotas o qué? ¿De verdad piensan que no le voy a contar a la Vicky que son amantes? -Pues cuéntaselo, prefiero eso a que sigas chantajeándonos con tus porquerías?- No me retes, Nora Eugenia, mira que ahora si la llamo y le cuento todo. Marcó y puso el altavoz: -Hola, Mercedes, ¿En que puedo servirte?- Se oyó la voz de Vicky. -Pues nada, hermana, les traje unos regalitos… ah y también quería contarte…- Yo tapé la bocina del teléfono y le dije a Mercedes que haría lo que quisiera. -¿Qué querías contarme?- Se volvió a escuchar la voz de Vicky. -Pues te quería contar… que me caso de nuevo- ¡Felicidades, Mercedes!, ¡Ojalá y está sea la definitiva! ¿Quién es? ¿Lo conozco? ¿Cómo se llama? -Ya te contaré todo con detalle a la noche, nos vemos, ...