(3) me fornicó mi sobrino - Relatos Eróticos

(3) me fornicó mi sobrino

... vine a chorros en la cara de Carlitos ¡Por fin había tenido mi primer orgasmo! Era lo más exquisito que había sentido en mi vida.

-Ay, Carlitos, que sensación tan maravillosa, nunca creí que pudiera sentir tanto, fue delicioso- Pero ahora falto yo, tía -Sí, mi niño, solo déjame reponerme un poco, tengo la respiración agitada, mira como se mueven mis senos, todavía me tiembla el cuerpo, ay… siento como que todo mi vibra en mi interior, estoy muy húmeda… ay, Carlitos… me hiciste ver las estrellas con los ojos cerrados… Ah… nunca sospeché que fuera a sentir tanto… fue indescriptible… Corina me había contado lo rico que ella sintió, pero se quedó corta… esto no se puede definir con palabras- ¿Quién es Corina? -Es mi mejor amiga, solo ella sabía las deficiencias sexuales de Gerardo, ella me dijo que me masturbara, pero a mí eso me parecían cochinadas, incluso me presentó a un señor muy guapo para que me llevara a mi primer orgasmo, pero yo nuca había sido infiel y ahora me siento como la peor de las mujerzuelas, hacerlo contigo fue peor porque eres mi sobrino- ¿Entonces ya no me lava a chupar? -No, Carlitos, perdóname- Pero, tía, perdón que se lo diga, pero la tía Mercedes tiene razón al llamarla mojigata -¿Y crees que por esa palabrita me voy a hincar a chuparte el pene? Ya te demostré que no soy mojigata, lo que tengo son sentimientos encontrados, no resisto estar a tu lado sin tocarte, sin que me toques, ¡Esto es una verdadera tortura!- Y salí corriendo a mi cuarto.

Me di un baño largo mientras lloraba a mares, tenía lástima por mí misma ¡¿Qué había hecho?! No podía ser que mis instintos le ganaran a la decencia, a la rectitud y a la honestidad, no podría ver a los ojos a mi marido sin sentirme sucia. Salí de la ducha, me sequé y me vi al espejo ¿Cómo era posible que por culpa de mi vagina cayera tan bajo? Una mujer decente jamás se comportaría como lo había hecho yo, hacer el amor era natural, pero lo que yo había hecho era fornicar con mi sobrino y aunque no fuera con mi sobrino hubiese estado mal. Dejé la ropa que me iba a poner mañana y empaqué el resto, estaba decidido, lo mejor sería volver a mi casa, me dormí cansada, angustiada y con dolor de cabeza. A la mañana siguiente me desperté muy temprano, hice el desayuno y lo compartí con Vicky -Creo que Gerardo me necesita y Carlitos ya se vale por si mismo, así que te agradezco tu hospitalidad y me iré después de servirle el desayuno a mi sobrino- No sabes lo agradecida que estoy contigo, Chata, no sé que hubiéramos hecho sin tu ayuda, no solo vienes a cuidar a Carlitos sino encima nos tienes la alacena llena y nos compras ropa, no sé cómo pagártelo y gracias por darle trabajo a Carlos, eso nos facilitará la vida. Terminamos de desayunar y Vicky se fue a trabajar.

Fui a mi cuarto, me despedí de él en silencio, era feo, pero en esta casa había pasado los momentos más felices de mi vida, salí y dejé mi maleta a la par de la silla donde acostumbraba desayunar, terminé de hacer el aseo y en ...