EL CAMINO DE SANDRA 7 y 8 - Relatos Eróticos

EL CAMINO DE SANDRA 7 y 8

... este acuerdo durará lo que yo decida que dure, si soy yo quien da por finalizado el acuerdo y no es por causa imputable a Ud. respetaré el tiempo que tenga pagado, después acabará.

El viejo tenía la expresión de alguien a quien le acabaran de decir que le había tocado el premio gordo de la lotería, aquella cantidad podría conseguirla sin esfuerzo y tendría acceso a la puta siempre que quisiera, a su edad ni siquiera aprovecharía todo lo que se le estaba ofreciendo, a lo sumo podría ir con ella un par de veces por semana, no mucho más. En cuanto a tratar a la perra como a cualquier vecina fuera del piso estaba completamente de acuerdo y jamás habría hecho otra cosa, él era el primer interesado en que aquello no se conociese en la comunidad. Le molestaba un poco que Andrés se reservara el derecho a estar presente siempre, pero tampoco le suponía nada insuperable, incluso quizá fuese morboso tener público. Tampoco le agradaba que pudiera acabar con aquella situación cuando quisiera, pero lo cierto es que había tenido una suerte inmensa y tendría que aceptar, ya pensaría algún modo de chantajear al muchacho si llegaba ese momento, los dos empezaban sus vidas y quizá la amenaza de entorpecer sus carreras con revelaciones escabrosas les haría cambiar de idea.

- Vale, de acuerdo con tus condiciones, pero dices que una vez por semana podré usar a la guarra sin restricciones, o con pocas, dime a qué te refieres, qué puedo hacer con ella.

- Puede hacer lo que quiera, follar todos sus agujeros, azotarla, mearse en ella, en fin, lo que le apetezca. Solo le pondré algunas limitaciones, no podrá hacerle ninguna marca permanente y la medida de los castigos que puede soportar la decidiré yo, si en algún momento le digo que pare lo hará de inmediato, también respetará mis indicaciones si algún día no puede usar alguna parte de la perra, no podrá darle a comer nada distinto de comida, y mantendrá una higiene adecuada. Estoy pensando en hacer de ella una cerda que admita cualquier cosa, pero aun he de pensar hasta dónde quiero llegar y después adiestrarla, si hay cambios en este apartado ya se lo diré.

- Muy bien, creo que lo he entendido todo, pero en cualquier caso como tú estarás presente si necesito alguna aclaración te lo haré saber. No te preocupes, entiendo tu preocupación, tienes una perra maravillosa y quieres que lo siga siendo, por mí perfecto, espero disfrutar de ella mucho tiempo. Si te parece bien mañana te traeré el dinero y podremos empezar nuestro acuerdo, estoy deseando usar a la perra.

- Mañana es viernes, si quiere traer el dinero perfecto pero no podrá usar a la perra hasta el lunes, este fin de semana ya tengo planes.

- Bueno, esperaré, siendo así el lunes me pasaré cuando pueda, ahora tengo que buscar alguna excusa para contarle a mi mujer.

- También he pensado en eso, mañana subiré a su casa con Sandra a medio día, ella dirá que tiene dificultades con la asignatura de contabilidad y le dirá si puede ayudarle, creo que su ...