1. Se descubre una nueva ilusión 8


    Fecha: 30/03/2024, Categorías: Dominación / BDSM Autor: piesitos, Fuente: TodoRelatos

    ... cabeza y su mirada al suelo. Tanto Susana como Lucia, llevaban un collar al cuello con su nombre de esclava, unas pinzas metálicas en cada pezón junto con la pulsera en la muñeca izquierda y en el tobillo izquierdo. Además de llevar los vibradores en sus coños y en su ano como unas buenas perras que eran.
    
    Angela llamó a Lucia, –esclava, ven aquí. –dijo Ama Angela. –¡Ponte de rodillas como mi perra que eres! –ordenó Ama Angela. –Si mi Ama Angela. –respondió Lucia, poniéndose a sus pies de rodillas, besando sus pies con devoción. Angela estaba descalza por lo que se estaban ensuciando al pisar el suelo. Se sentó en una silla, mientras Lucia lamía sus pies y se los limpiaba con diligencia. La verdad que Angela estaba asombrada de lo dócil y sumisa que era su compañera cuando parecía dominante cuando habían sido compañeras de clase. Una vez que le había limpiado los pies con su lengua, Angela ordenó a Susana, que trajera su látigo. Susana fue a cuatro patas como una perra, trayendo el látigo con la boca para dejárselo en la palma de su mano. –¡Muy bien, esclava! Angela cogió el látigo para ordenarla a Susana y a Lucia darse la vuelta. Mientras ella empezaba a darle latigazos, tanto Lucia como Susana gritaban de dolor de forma que cerró la puerta para que no se escuchara nada, pero seguro que algún vecino lo habría oído. Entonces, Lucia por orden de Angela, puso una hoja con unas frases que tenía que repetir. Esa hoja había estado ahí todo el rato, pero ellas, no se habían dado cuenta, así le decía Angela. –¡Repetidlo hasta que os diga que paréis, esclavas! –ordeno Ama Angela.
    
    –"Somos esclavas y perras de nuestra Ama Negra Angela, le pertenecemos y somos de su propiedad para servirla mi Ama Negra Angela"
    
    Así estuvo durante una de hora, mientras les iba dando latigazos hasta que la frase se les quedó grabada. A su vez Ama Angela seguía dándoles latigazos hasta que después de unos minutos paró. Ahora eran objetos de su propiedad, les pertenecían por lo que sólo estaban para complacerla. Ella se fue al aseo para esperar a que sus esclavas fueran detrás de ella como perros. Una vez allí, ambas se pusieron en posición. –¡Abrid la boca, esclavas! –ordenó Ama Angela. –Si mi Ama Angela. –dijeron ambas esclavas. Angela, empezó a mearles en su boca un poco a cada una, repartiendo su orina. Su aroma era profundo, con un sabor salado, que ambas empezaron a saborear. Lucia era más experta que Susana, ya que había estado bebiendo diariamente su orina todas las mañanas, tardes y noches, llegando a excitarse con sólo beberla, al sentir esa gran humillación, denigración a la que ella misma se había entregado a su compañera de clase, que ya había dejado de serlo, para ser su Ama y su dueña. Susana, estaba acostumbrada a beber las diferentes, pero habituales meadas en el club de BDSM, donde la tenían retenida contra su voluntad, pero ahora estaba ella, bebiendo pis de su nueva Ama y dueña a la que se había entregado la noche anterior voluntariamente. Después de ...
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