1. Se descubre una nueva ilusión 8


    Fecha: 30/03/2024, Categorías: Dominación / BDSM Autor: piesitos, Fuente: TodoRelatos

    ... poniéndoselas a todas. Luego, unas pinzas metálicas que tenía una anilla en ellas, que cuando Yanira accionó, éstas se cerraron, pegando ellas un grito de dolor, quedándose sólo una anilla que atravesaba sus pezones, junto con otra para sus coños, repitiéndose lo mismo. Después, les puso un collar de esclava finísimo, que tendría un grosor de 1 cm, de color de planta con un gran diseño, junto con una cadena plateada que se enganchaba en ellos. Para terminar, sacó un sello con una Y, que lo pegó en una especie de calentador que dejó que adquiera un color rojo, así que se puso detrás de ellas y fue marcándolas como si ganado se tratase, pegando éstas un grito de dolor, cayéndose al suelo con lagrimas en los ojos.
    
    Creo que falta esto, cogiendo varios vibradores se los fue metiendo tanto en el coño como en el ano hasta que los fue encendiendo con un nivel mínimo, las esclavas comenzaron a gemir de placer y de gusto. –¡Aaah, aaah, aaah! –gemían las esclavas. –¡Mmm, mmm, mmm! –gemía las esclavas, locas de placer, excitándose nuevamente y corriéndose de gusto.
    
    Yanira con un pintalabios les fue escribiendo en sus cuerpos insultos, frases en árabe denigrantes para tomarlas fotos y subirla en una web, donde rápidamente obtuvo una respuesta. –Yanira les dijo, –¡Poneros en pie, esclavas y perras blancas! –ordenó Ama Yanira. Ella les fue poniendo unas túnicas moradas, junto con un velo en su cara, tapándolas sus caras. –¡Mirad al suelo! –ordenó Ama Yanira, cogiendo sus correas fue tirando de ellas que la fueron siguiendo como si se tratase como unas esclavas de la antigüedad. Ellas estabas muy nerviosas, pero excitadas con los vibradores, no sabían si habían hecho bien o si no, pero estaban muy excitadas, mojando sus piernas de sus fluidos. Parecía que ya lo tenían asimilado, eran unas esclavas que pertenecían a su Ama Yanira para servirla y obedecerla, así que la seguían como unas buenas perras que eran. Todas bajaron por el ascensor, mientras que Yanira les decía. –¡No os acostumbréis, esclavas! –dijo Ama Yanira. –Pues vuestro sitio es ir de rodillas a cuatro patas como mis esclavas y perras que sois ahora. –dijo Ama Yanira. –Si mi Ama Yanira. –dijeron todas ellas. –Así me gusta, esclavas, que sepáis aceptar vuestro lugar en el mundo. En la puerta de la parcela había una camioneta negra que les estaba, esperando, así que cuando llegaron, sus puertas se abrieron y fueron entrando una a una. Entonces, fue cuando les entró miedo de verdad, ya que Yanira se quedó en la calle, hablando con los hombres en árabe. Las puertas se cerraron y la camioneta se marchó. Una vez dentro uno de ellos les fue poniendo unas esposas de pies y manos sujetas al suelo.
    
    Algunas de ellas, empezaron a llorar, sabiendo que se habían equivocado, pero entonces uno de ellos les dijo. –¡Tranquilas, esclavas! –dijo Mohamed. –¡Dentro de poco seréis muy felices! –dijo Mohamed, sonriendo éste. Lo cierto, qué en el inicio de la aventura, parecía que la mala era Ama Angela, pero quizás ...