Se descubre una nueva ilusión 8 - Relatos Eróticos

Se descubre una nueva ilusión 8

... –gemían ambas, jadeando la gran follada bestial que las estaban sometido ambos perros. Yanira con el móvil las grababa, preguntándolas. –¿Quiénes sois? –¿Qué sois? –¿Qué sois? –¿Quién soy? –¿De quién sois? Tanto Julia como Estefanía corriéndose de gusto junto con las embestidas de los perros, empezaban a responder.

–“Soy Julia Neuen Sanpe, una esclava y perra blanca, mis Ama Yanira, le pertenezco y soy de su propiedad, su perra asquerosa que la está follando unos perros.”

–“Soy Estefanía Nuon Ampe, una esclava y perra blanca, mis Ama Yanira, le pertenezco y soy de su propiedad, su perra asquerosa que la está follando unos perros.”

–Vosotras dos poneros en la misma posición que ellas junto a su lado, esclavas. –ordenó Ama Yanira. –Si mi Ama Yanira. –respondieron Samanta como Shanna. Los perros terminaron de correrse dentro de sus culos, haciendo que se corrieran, teniendo varios orgasmos, dejándolas tiradas en el suelo con temblores, mientras ellas jadeaban de placer y de dolor al ser folladas de esa manera tan salvaje. Los perros a los pocos minutos, se había recuperado para hincársela a Shanna junto a Samanta, que empezaron a gemir de dolor, pegando un grito fuerte, que pareció escucharse bastante alto. Durante unos minutos se escuchaba los gemidos de ambas con sus jadeos, mientras que respondían nuevamente a la misma pregunta. –¿Quiénes sois? –¿Qué sois? –¿Qué sois? –¿Quién soy? –¿De quién sois?

–“Soy Samanta Suenen Aliene, una esclava y perra blanca, mi Ama Yanira, le pertenezco y soy de su propiedad, su perra asquerosa que la están follando unos perros.”

–“Soy Shanna Shuen Liene, una esclava y perra blanca, mi Ama Yanira, le pertenezco y soy de su propiedad, su perra asquerosa que la están follando unos perros.”

Las folladas eran brutales, ya que los perros follaban de manera salvaje, corriéndose de nuevo dentro de sus culos, haciéndolas que se corrieran teniendo una serie de orgasmos que las dejaron temblando, jadeando en el suelo. –¡Aaah, aaah, aaah! –gemía las dos, cansadas y agotadas de la experiencia.

El trato estaba hecho, así que, siendo sábado, llamó por teléfono a un lugar que ella conocía, encargando unos paquetes, para que se los trajeran esa misma tarde. El sitio era una especie de local BDSM, por lo que abría de lunes a domingos, las 24 horas del día, incluidos festivos. –¡Escuchad, putas esclavas! –ordenó Ama Yanira. –Habéis renunciado a vuestra libertad para convertiros en mis esclavas y perras cristianas blancas, porque ya sabéis que soy de religión islámica. –dijo Ama Yanira. En cosa de unos veinte minutos el paquete llegó con un mensajero, rápidamente, que entregó, dándole el recibo. El mensajero se marchó, cerrando Yanira la puerta para entrar al salón dejando el paquete encima de la mesa. Ella empezó abrirlo, empezando a nombrarlas que se acercaran de rodillas como perras esclavas que era. Fue sacando unas pulseras y unos brazaletes junto con unos anillos para los dedos de los pies que fue ...