1. Soy una pervertida sexual ¿y qué?


    Fecha: 30/03/2024, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Libre95, Fuente: TodoRelatos

    ... gotas de ese líquido y me lo dio diciéndome:
    
    --Te he puesto un relajante que te ayudará a controlar tus nervios. Estás demasiado nerviosa.
    
    Por supuesto, lo que me dio era ese líquido que, potenciaba brutalmente tus deseos de ser follada sin contemplaciones. Deseos que penetraban en tu cerebro y poco a poco hacían de ti una perfecta ninfómana sin fronteras y sin vuelta atrás. Se terminó de desnudar, se sentó a mi lado, nos abrazamos estrechamente mientras acariciábamos todas las partes más eróticas de nuestros cuerpos, compartimos el puro, nos bebimos varios vasos de vodka cada uno, nos besábamos apasionadamente, mamé intensamente su polla, y hasta empezó a pasarme a mi boca una gran cantidad de saliva suya, que yo aceptaba sin problemas, incluso me abrió la boca y me soltó un enorme escupitajo que yo me tragué con placer, hasta que al terminar el cigarro, me dijo:
    
    --Adriana, veo que estás muy caliente y he pensado que este es el mejor momento de romperte el culo. Sé que no eres virgen por ese agujero, pero las pollas que te han metido no son mi polla, sé que te voy a hacer daño, pero sé también que tú lo vas a aguantar y a disfrutar ¿deseas que te rompa el culo, putita mía?
    
    Le miré a los ojos y vi en ellos un rostro tan angelical y de buen chico que ¿cómo no aceptar sus deseos? Como los dos estábamos desnudos y jugando largo rato con nuestros cuerpos, mi deseo de follar era inmenso, nuestros aparatos genitales estaban totalmente preparados, solo tuve que darle una pequeña mamada, para ponérsela lo más dura posible. Le sonreí, le besé en la boca, me di la vuelta, apoyé mi cabeza en el cabezal del sofá y arrodillándome sobre él, le ofrecí mis agujeros. No dije una sola palabra, simplemente me sometí a sus deseos... como he hecho desde entonces tantos años.
    
    Separó mis glúteos, apoyó su grueso glande en mi ano y empezó a empujar para meterla toda. Pero tenía razón, su polla (me dijo que de 27 x 4,5 cm) era mucho más gruesa que las de mis amigos y adultos folladores. Mi culo necesitaba una atención especial para dilatarme bien, pero Javier había tomado posesión de mi cuerpo y me quería demostrar su poder. Su glande se apoyó en la entrada de mi ano y empujó, mi anillo anal empezó a dilatarse enormemente y a gritar sin consuelo. También mi cerebro gritaba sin parar del salvaje dolor que me producía y me ordenaba detenerme, pero yo no le puse objeción alguna, le sonreía, me sentía feliz y solo hacía todo lo que MI AMO me decía, para relajarme y dejar todos mis músculos sueltos, libres y dispuestos a ser brutalmente violados. Y así lo hice.
    
    Su enorme polla no paraba de entrar y salir dentro de mí. De frotarme con su grosor todas mis paredes. Una lanza de fuego traspasaba mi cuerpo desde el ano al cerebro. Mis músculos anales e intestinales se abrían brutalmente al paso de ese grueso pollón. Pero yo no gritaba ni le negaba su derecho a penetrarme, a hacerme suya para siempre. Al revés, sonreía y me sentía inmensamente feliz en el dolor ...
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