1. Las amigas de Ana. Vacaciones con Carol. Parte 4


    Fecha: 16/02/2024, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Escribidor, Fuente: TodoRelatos

    ... además de con un carísimo conjunto de lencería que yo había destrozado, me había recibido maquillada con un gusto exquisito. Sin ser ostentoso, sus ojos, labios y mejillas parecían sacados de las más elegantes galas de la alta sociedad.
    
    –Mírame –le ordené.
    
    Ella, arrodillada ante mí, levantó su cabeza clavando sus ojos en los míos. El fuego que antes despedían había desaparecido, y ahora solo había lujuria y sumisión. Yo le escupí directamente a la cara, y froté enérgicamente con mi mano sobre su rostro, dejando su maquillaje completamente corrido y su cara como la de una puta que acaba de culminar unbukake. Ella seguía mirándome sin atreverse a decir nada.
    
    –Ahora sí pareces la clase de mujer que eres.
    
    A pesar de que la rubia estaba desnuda y expuesta ante mí, yo aún no me había quitado una sola prenda. Su marido ya se había sacado su vieja y diminuta polla y se masturbaba frenéticamente. Al otro lado de la ventana, el hijo de Guadalupe seguía petrificado. No sabía qué estaría pensando al ver así tratada a su madre, pero el miedo a ser descubierto por ella podía más que lo que fuera que estuviese sintiendo. Carol, sin embargo, estaba disfrutando como una enana al ver así tratada a esa zorra que se había convertido en su gran enemiga, y tenía una mano dentro de sus bragas mientras veía todo el espectáculo.
    
    –Ahora que tienes el aspecto que debes –seguí diciéndole a la rubia–, y ocupas el lugar que te corresponde, dime cómo te llamas.
    
    –Guadalupe… aaaaaaagggggghhhh…
    
    En cuanto sumisamente respondió diciendo su nombre, volví a retorcer su pezón con saña mostrando mi disconformidad, pese a que ella lo disfrutó.
    
    –Creo que no te he entendido bien… Piénsate bien la respuesta, ¿cómo has dicho que te llamas?
    
    –Como… como tú quieras.
    
    –Eso está mejor. Creo que tu nuevo nombre seráGuarralupe –al decir eso miré directamente al otro lado de la ventana, a los ojos de su hijo.
    
    Al verse descubierto casi se orina encima. Y lo peor no era eso, lo peor es que yo había pronunciado el mote que él y sus amigos tenían para su madre. Ellos se lo habían dicho a Carol la noche que se la follaron entre los tres. Si yo sabía eso, pensaría, quizá supiese todo lo que había pasado. Y para colmo él estaba allí escondido junto a «mi mujer», que se estaba masturbando a su lado. Si hubiese podido, habría salido de allí pitando, pero su miedo era tal que no podía siquiera mover las piernas. Por suerte para él, pese a que yo le había descubierto, sus padres no. Su padrastro estaba completamente absorto en lo que yo le hacía a su mujer, y su madre estaba de espaldas a ellos, de rodillas y en actitud sumisa. No iba a girarse a menos que yo se lo pidiera. Eso le tranquilizó, y recuperó cierta consciencia. Pero antes de que pudiese marcharse de allí, Carol le bajó el pantalón y empezó a hacerle una mamada. De repente que yo le viese pareció no importarle tanto, y siguió disfrutando de esa boca mientras observaba cachondo perdido el trato que yo le daba a su ...
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