Una Aventura diferente - Relatos Eróticos

Una Aventura diferente

... lo cogéis con la boca y nos le traéis como perras que sois. –dijo Ama Vanesa.

–Por cierto, si os damos de comer algo, lo coméis sin pensar del suelo o de nuestra mano, putas guarras. –dijo Ama Venus.

–Ahora, sólo obedecéis, esclavas. –dio Ama Yaiza.

–Se os da una orden y la obedecéis sin pensar o de lo contrarios vais a saber lo que es el dolor, cerdas asquerosas blancas. –dijo Ama Marta.

–Además, os pondremos un nuevo nombre de esclavas al que responderéis como tales. –dijo Ama Yaiza.

Tanto mi pobre vecina como sus amigas, hicieron una inclinación con su cabeza para besar sus botas para después, ponerse a lamerlas sin que sus Amas lo hubieran ordenado. Esto las hizo que se pusieran muy contentas con el proceso de doma de esas chicas, que habían conocido recientemente en la fiesta de abajo. Ellas no sabían qué clase de fiesta era, pero iban algo contentillas de la vuelta de su fiesta en la que se lo habían pasado muy bien. Sin embargo, al llegar al bloque vieron la fiesta en la terraza exterior, y sintieron curiosidad por esa fiesta, por lo que se bajaron dos plantas más debajo de su apartamento. La persona que estaba en la puerta a modo de segurata, las invitó a la fiesta, porque como eran unas mujeres muy bellas y guapas, eso siempre atrae a más invitados. Ellas, no sabían que esa fiesta trataba de esos temas, así que cuando lo vieron con sus ojos, lo hablaron con invitados, se excitaron muchísimo, y con lo bebidas que iban y la excitación del momento accedieron a experimentarlo, diciendo a algunas invitadas que quería probar y experimentar ser esclavas y perras, que parecía ser muy excitante y morboso, por las escenas de algunos perros y perras que estaban desnudos a cuatro paras como esclavos de ciertos invitados.

Quizás el alcohol les hizo una mala jugada, porque ya sabéis, que la bebida exhibe los sentimientos, emociones, que llevamos dentro, y nos hace hablar abiertamente a todo el mundo. Ellas yendo un poco bebidas a la fiesta, se habían sentido atraídas por aquellas escenas de BDSM, identificándose con ellas, como si se cambiaran el lugar por aquellas esclavas que habían visto desnudas de rodillas a cuatro patas con un collar al cuello, a la que sus Amas, tiraban de su cuello para que caminasen detrás de ellas.

–¡Muy bien, zorras! –dijo Ama Yaiza.

–¡Vamos putas de mierda! –dijo Ama Vanesa.

–¡Seguidnos, esclavas y perras blanca de mierda! –ordenó Ama Venus

Todas las Amas entraron en el ascensor seguidas por sus nuevas perras esclavas blancas de mierda, ya que ahora como perras esclavas debían de entrar detrás de sus Amas y dueñas. La puerta del ascensor se cerró detrás de que pasaran las perras, mientras que escuchaba cómo bajaba el ascensor dos pisos más abajo, donde se estaba celebrando la fiesta. Yo al ver esa escena casi me corro de gusto, ya que me produjo una gran erección, pero no me pude contener y acabé masturbándome, mientras veía toda esa escena, corriéndome en el suelo y en la puerta de mi ...