Una Aventura diferente - Relatos Eróticos

Una Aventura diferente

Era como otro día cualquiera en el cual todo era muy monótono e igual. Cada mañana me levantaba para ir a trabajar, pero era sábado, por lo que aproveché para ir hacer la compra para la semana. No siempre iba al mismo supermercado, iba variando según lo que me interesaba comprar esa semana. Concretamente, fui al Mercadona, que últimamente tenía varias ofertas que me interesaban. Como siempre cogí un carrito de color gris y verde que cogen las amas de casa para hacer la compra. Parece qué desde hacía un tiempo, las cestas esas de mano con ruedas las habían quitado, cambiándolas por esos carros pequeños que eran muy prácticos, o así al menos me lo pareció. Me fui directamente a la primera planta como siempre en busca de una caja de leche, tres barras de pan, junto con una caja de donuts de chocolate y algunos yogures, flanes de vainillas. Estaba yo mirando los precios cuando pasó por delante de mí una mujer con su hija pequeña. Ella iba con su carrito metiendo las cosas que iba a comprar. Lo cierto que nuestras miradas se cruzaron, pero cada uno seguía con su camino. No lo pude evitar y bajé la mirada admirándola todo el cuerpo. Llevaba unos pantalones vaqueros junto con una camiseta y una chaqueta. Llevaba unas sandalias de tiras de esas que pasan entre el dedo gordo y el resto. No pude verlos de cerca ya que mi mirada sólo fue de manera fugaz. Tenía las uñas pintadas de color rojo, no estaban recién pintadas, sino que parecía que se las habían pintado hacía algunos días.

Iba acompañada de una niña que yo supuse que sería su hija, la cual era muy pequeña. Por su aspecto, diría que tendría unos cuatro o cinco años, lo que me hizo pensar que sería una mujer más que iba a comprar la comida para la semana o el mes. El caso que en otro de los pasillos nos volvimos a cruzar y nuevamente mi mirada fue hacía sus pies. De manera que evitaba la mirada rápidamente para que no me descubriera o se diese cuenta. El caso que no volvimos a cruzarnos más durante la compra hasta que coincidimos en la cola de fila para pagar. La mire y ella me miro, y luego se volvió para ponerse en una fila de una caja. Momento que aproveché para poner detrás de ella y mirarle sus pies de forma casual. Mi cola era la que estaba al lado y la suya avanzaba más rápido de momento, así que nos alejamos por unos minutos, esperando mi turno. Sea como fuese, mi cajera fue más rápida y terminó atendiéndome más rápido. Yo iba preparado con varias bolsas dobladas en mi bolsillo, por lo que no necesitaba comprar una. Las cosas según iba pasándolas por el escáner para ir cobrando, las iba metiendo en el carrito para después de pagar meterlas en las bolsas. Nada más pagar, me dirigí a posicionarme al lado de las filas de los carritos para ir mirando la factura, comprobando que me habían dado la vuelta correcta del dinero. Una vez terminado empecé a meter las cosas en dos bolsas que saqué cuando esta mujer paso por delante de mí, a unos tres metros de distancia. Yo no la miraba, sino que ...