Una Aventura diferente - Relatos Eróticos

Una Aventura diferente

... El apartamento tenía dos cuartos de baños, tres a cuatro habitaciones, dos terrazas, una delante y otra detrás. Era un bloque de apartamentos formado por doce plantas con seis apartamentos por planta y he de pensar que la distribución de las habitaciones de los apartamentos era muy funcional. Nada más llegar a mi apartamento, me dispuse a prepararme la cena, y ver que te echaban por la televisión, aunque tenía contratado la plataforma de Netflix para ver algunas películas o series. Lo típico de cualquier fin de semana, la gente cantando, de fiesta por las calles, a lo largo de la noche se escuchaban.

Estaba terminando de cenar cuando sentí en la escalera de una de las plantas, algo de ruido, gente hablando y movimiento de muebles. Parecía que se habían mudado a uno de los pisos de abajo, unos nuevos vecinos. No me había percatado a lo largo del día por lo que no le di más relevancia de la que tenía. Por la manera de hablar, era gente cubana, porque se escuchaban las voces de varias mujeres hablando alto, junto con otros. Al salir a la terraza se escuchaba bastante bien. Se acaban de mudar hacía poco tiempo a ese apartamento que era más grande que el mío, pero dos plantas más abajo y con unas terrazas más grandes, y ni me había dado cuenta a lo largo de la semana. Bueno, me dije que esa noche quizás no iba a dormir bien por los ruidos, pero pensé que a lo largo de una hora o así, todo se calmaría y que se irían a descansar. Sin duda alguna, estaría muy equivocado así que me resigné a que esa noche todo acabaría en unas horas. Era una fiesta de copón, música alta, gente bailando y no sé qué más. La verdad que por un momento no pensé que se habían mudado se día. Seguramente, se habían mudado a lo largo de la semana, y no me había percatado de nada, salvo el mismo sábado que celebraban esa fiesta. La gente se notaba que eran latinos, de cuba y de países de américa latina por la manera de hablar entre ellos. Era gente que hablaba muy alto como la gente de los pueblos, así que por un momento vinieron a mí, recuerdos de mi infancia.

La noche era muy larga, por lo que salí al balcón a tomar el fresco ya que hacía mucho calor en ese mes. Por la calle, veía pasar a la gente que volvía o se iba de fiesta, observándolo todo con atención. A lo lejos venían ocho mujeres, cuatro de raza negra entre ellas estaba la mujer que había visto en el supermercado y que antes había visto junto con dos amigas suyas. Todas iban hablando en alto, riéndose y parecían que lo estaban pasando bien, disfrutando de la noche. De repente, varias de ellas mirando hacia arriba en dirección a la terraza donde se estaba produciendo la fiesta. No sabía si era casualidad o no, encontrarme con ellas tres mujeres negras nuevamente. Una mujer cubana de ese apartamento de mi bloque, saludó a esas mujeres, por lo que éstas respondieron al saludo, acercándose a la puerta de mi portal, las cuales todas subieron por el ascensor a la planta de los vecinos nuevos. Yo desde mi balcón ...