El repetidor, yo y mi madre (14) - Relatos Eróticos

El repetidor, yo y mi madre (14)

El repetidor, yo y mi madre (14)

-A las 6 tenemos que recoger a Isa para ir de compras- le dije a mi madre cuando ella llegó del trabajo.

-Esta bien. Me ducho, me arreglo un poco y vamos-

-En cuanto a eso...ha dicho que vayas... bueno ya sabes, provocativa-

-Ha dicho vestida de puta ¿Verdad?-

-Sí, eso ha dicho-

Mi madre se rió y fue hacia el baño. Yo ya estaba duchado, así que aproveche para vestirme. El tanga usado de mi madre ya lo llevaba puesto. Por orden de Isa, me puse un pantalón vaquero apretado, uno que tenía de años anteriores, era el más ajustado que tenía y encima una camiseta blanca.

Mi madre no tardó en prepararse, supongo que la escasa ropa que llevaba ayudó a que fuera rápida, una camiseta rosa de tirantes sin sujetador, sus grandes tetas de silicona no cedían a la gravedad y se aguantaban firmes. Vista desde una lado podían verse sus pechos casi al completo a excepción de los pezones. Y desde el frente un escote muy generoso que no dejaba nada a la imaginación. Junto a eso, llevaba una minifalda blanca y unas sandalias con un tacón mediano.

-¿Vas a ir así?- pregunté sorprendido

-Es lo que tú novia quiere ¿No? Tranquilo hijo, no es la vez que menos ropa me pongo- dijo sonriente.

Diez minutos antes de las seis estábamos en el portal de Isa, ella bajó puntual y se acercó a la puerta del copiloto, donde estaba yo sentado.

-Ponte tu atrás cariño, quiero intimar un poco con mi suegra- dijo inocentemente.

-Claro cariño- dije relajado

-Hola Luci, estás preciosa- dijo Isa dando dos besos a mi madre.

-Muchas gracias, tu también-

Isa llevaba un vestido azul con algo de escote y una falda por encima de la rodilla, bastante discreto pero estaba muy guapa.

Pusimos marcha a un centro comercial en el centro de la ciudad. Isa llevó la mano al pecho de mi madre nada más arrancar el coche.

-Que buenas tetas te puso el cirujano ¿Verdad? Te quedan muy bien-

-Gracias- dijo mi madre que recibió con gusto el roce en sus tetas.

-Que firmes y tersas. Mucho mejor que tener las tetas caídas por lo vieja que eres ¿No crees?-

-Sí, es mejor así -

-Claro, así los hombres te miran las tetas y no esa cara de vieja arrugada-

-Mmm sí - gimió mi madre por las caricias de Isa.

-¿Te gusta que te miren las tetas? ¿Ver cómo los hombres babean al ver tus melones por la calle?-

-Sí, me gusta que me miren las tetas-

-Pues bajate la camiseta entonces-

Mi madre se sonrojó y miró a Isa a los ojos, pero no tardó ni un segundo en bajar sus tirantes y dejar caer su camiseta.

-Mejor así- dijo Isa

Mi madre parecía pasar mucha vergüenza, pero trataba de no reflejarla. Isa bajó las ventanillas del coche para hacer más visible aún la desnudez del torso de su suegra. Por suerte la gente no mira demasiado dentro de los coches, aunque si algún coche que paraba a nuestro lado en los semáforos dedicó miradas a mi madre, algunas de sorpresa, otras de asco o censura (normalmente de mujeres) y otras de deseo ...