1. Noche Buena, no, Mejor.


    Fecha: 31/01/2024, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Anejo, Fuente: TodoRelatos

    ... parecieron tener ya más ganas de retirarse a sus alcobas que de bailar y cantar. De dos en dos fueron desapareciendo de la reunión muy acaramelados. Roberto se disculpó con Antonio por no poder ofrecerle una cama en condiciones, pero el profesor le quitó importancia al hecho, asegurando que dormiría muy bien en el sofá. Leonor se ofreció para traer una manta y se sentó junto al fuego, haciendo compañía al escritor.
    
    Rosita y Samantha llegaron a su cuarto muy acaloradas. EL baile había encendido la pasión que sentían una por otra. Se besaron con ansia y se desnudaron una a otra apresuradas y llenas de deseo. Rosita se arrodilló ante la rubia pistolera, abrazó sus delgados y fibrosos muslos y hundió la lengua entre ellos, arrancando de Sam gemidos y exclamaciones poco habituales en ella, tan estoica e impasible ante el peligro.
    
    Rosita levantó a Sam, haciéndola reír por la sorpresa, la transportó hasta la cama, la tumbó y le abrió las piernas como quien desenvuelve su regalo de Navidad...y se lo come entero.
    
    Roberto desató su pasión en cuanto llegó a la alcoba y Cloé le siguió la corriente por una vez. Dejó a su amante que la desnudara, devorara sus grandes pechos hasta conseguir endurecer los oscuros pezones, que se convirtieron en dos dulces y fibrosas cerezas. Luego él buscó su vientre, redondo y henchido, como el de una embarazada y ella, finalmente, abrió sus piernas y se dejó llevar al orgasmo. Sólo entonces se lanzó Cleo a cabalgar la verga de Roberto. El pobre casi lloraba de felicidad. Pensaba que nunca se le pondría así de dura sin ayuda de las medicinas del balneario. Pero su negra amante era tan poderoso excitante como la más activa de las drogas.
    
    Igualmente, Megan no perdió el tiempo. Aunque empezó apagando la luz, pronto permitió a Javier encender el candil. El señorito no quería perderse el espectáculo de aquel cuerpo inmenso como una montaña de carne, tan dura y a la vez tan suave, y se encandiló recorriendo los infinitos senderos, las colinas y el rubio bosque que ocultaba el tesoro de la walkiria. La tomó por detrás, no quería padecer lesiones por aplastamiento, y ella se sintió bien llena, aunque aquella verga ibérica no podia competir con la afroaméricana que había sido su única experiencia sexual.
    
    Joaquina no acababa de excitarse con las amables caricias de Emilio. Pasar de la violación en grupo, consentida y provocada, pero violación, al sexo vainilla, no conseguía ni humedecerle el coñito. Así que, en un momento dado, se lanzó a morder con furia a su amante, estirarle del pelo y abrazarlo con fuerza excesiva. Él respondió con las mismas armas, a pesar de su sorpresa inicial. Pronto rodaron fuera de la cama, enredados brazos y piernas. Emilio se esforzó en sujetar a Joaquina, ponerla boca abajo y follarla con toda la fuerza de que era capaz. Ella sintió finalmente mojarse su vagina y ponerse bien duros sus pequeños pezones. Al final él se corrió entre sus nalgas y los chorros de esperma fueron el detonante del ...
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