Noche Buena, no, Mejor.
Fecha: 31/01/2024,
Categorías:
Dominación / BDSM
Autor: Anejo, Fuente: TodoRelatos
... invitó a Basilé a acompañarla, aprovechando que Caléndula estaba recogiendo la mesa.
Vino luego una polka americana y una danza céltica que entusiasmó a Megan.
- ¡Caramba, don Antonio! - exclamó Javier, que intentaba seguir los pasos de la escocesa sin mucho éxito - Es usted un músico consumado.
- Para nada, amigo mío - reconoció el aludido - Apenas un aficionado. Toco de oído, imagínese
Se acercaba la hora de los regalos. EL reloj tocó los cuartos y la reunión se trasladó en torno al tronco obsequioso y sufrido. Estaba cubierto con una manta y los participantes debían ir en grupos de cuatro a calentar sus bastones al fuego. Luego volvían y golpeaban con vehemencia el madero y tiraban de la manta. En el figurado culo del tronco aparecían algunos sencillos detalles como pendientes de bisutería o boquillas para fumar, todo bien envuelto y con el nombre del interesado o interesada debidamente rotulado.
Cuando hubieron pasado todos, quedaron Leonor y Antonio como los últimos vareadores.
Mientras iban al hogar a calentar el palo, introdujeron bajo la manta los otros una pulserita de artesanía y una pipa nueva, que Emilio quiso donar para obsequiar al inesperado comensal.
Volvieron muy ilusionados la pareja y dieron la tunda prescrita al pobre tronco. Levantaron la manta y abrieron los regalos. La pipa salió la primera y Antonio agradeció el gesto. Luego Leonor desenvolvió su pulserita y se la puso, sonriendo a sus amigos y amigas.
- Espere - dijo Antonio - Hay otro paquete aquí, bajo la manta.
- No puede ser... - adujo Roberto - Estaban todos ya entregados.
Leonor lo tomó con curiosidad, puesto que su nombre figuraba en el envoltorio.
- ¡Por Dios! ¿Qué es esto? - exclamó encantada - Parece una piedra preciosa auténtica
- A ver, me permites - dijo Javier, que algo entendía de joyas femeninas - Pues sí. Esto es un rubí auténtico engarzado en un aro de oro. Es pequeñito, pero yo diría que vale un montón de reales.
- ¡Vamos, don Javier! - saltó Antonio - No es de buen tono comentar el precio de un regalo. Y menos si quien lo recibe deja, con su belleza, eclipsada a la joya.
Aunque algunos se sintieron muy perplejos por lo sucedido, la fiesta continuó sin más novedades. Cantaron y bailaron, bebieron y fumaron. A eso de la una, Antonio sacó de su maleta un librote de tapas marrones muy gastadas y recado de escribir que llevaba consigo. Se hizo sitio en la mesa y abrió por las páginas finales. Empezó a escribir con bastante agilidad, mojando su plumilla en el tintero.
- Pero, don Antonio ¿Ahora se pone a escribir? Que estamos en plena fiesta - se quejó Leonor.
- Querida, es necesario que termine mi capítulo. Ahora me ha venido la inspiración.
- Pues me parece muy grosero de su parte - se enfurruñó ella.
Pero Roberto la tomo del brazo y la hizo bailar. Emilio no era tan hábil como Antonio con el piano, pero se arregló para acompañar algunos valsecitos.
Sin embargo, los participantes en la fiesta ...