1. Noche Buena, no, Mejor.


    Fecha: 31/01/2024, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Anejo, Fuente: TodoRelatos

    ... algunos coqueteos..
    
    La llegada del viajero despistado había cambiado la dinámica de la fiesta.
    
    En los postres se brindó por la lejana España, aunque se denostó el régimen, se vituperó a los Borbones en general y a Isabel II en particular, y se pronosticó la caída de la monarquía en cuanto el primer ministro Narváez "estirara la pata" , en palabras del invitado misterioso.
    
    - Perdone, no se ha presentado usted- observó Leonor, posando innecesaria y provocativamente su mano sobre la del caballero.
    
    - Cierto - respondió él, sujetando amistosamente entre sus dedos los de la vecina de mesa - Me llamo Antonio Enrique José del Castillo y Cuadras. Ya lo sé, no teman hacer la broma habitual con mis apellidos. Soy natural del Levante español, pero ejerzo, veinte años ha, como profesor de ciencias en la ciudad de Caracas. He venido a los USA a encontrarme con unos primos, pero ya ven, he acabado en su casa, señor.
    
    - ¿Y la señora del Castillo, le espera en Venezuela? - Se descaró Leonor sin retirar los deditos y arrimando muslo a la rodilla del científico.
    
    - No existe tal esposa, querida. Soy un hombre soltero. Solterón, diría dada mi edad.
    
    - No exagere - lisonjeó ella inclinándo el busto y acercando el rostro.
    
    - Hace un poco de frío, ¿ no les parece? - se escabulló el profesor visiblemente turbado - con su permiso, voy a añadir ese gran tronco al fuego.
    
    - ¡ No, no! - exclamó Joaquina - ese tronco no.
    
    - ¿Puedo saber porqué, querida? - pregunto él, sorprendido.
    
    - Es una antigua tradición de la tierra de mis padres, al nordeste de la Península Ibérica - Explicó Emilio, agradeciendo con una sonrisa la intervención de la chilena.
    
    - Sí, es una bella costumbre - afirmó Leonor, recuperando el brazo de Antonio Enrique etc... - Hemos alimentado con.patatas, maiz y ajos ese tronco, y esta noche nos lo devolvera convertido en regalos.
    
    - ¡Anda la osa! ¿ Y eso así, por las buenas ?
    
    - No, no - intervino Esther - Cada uno debe zurrar al tronco con un bastón y cantar una canción mágica.
    
    - Me encantará presenciarlo - dijo el visitante educadamente.
    
    La cena siguió, animada y copiosa. Eran las 11 cuando se dio por concluida la fase de deglución por incapacidad de los presentes de seguir devorando. Llegó el turno al licor y los dulces, que había en abundancia.
    
    - Veo que hay un piano en aquel rincón -observo Antonio Enrique - ¿Les apetece cantar , o quizás bailar una polka?
    
    - Me encantaría - reconoció Rosita - pero me temó que está desafinado y cochambroso.
    
    - Con su permiso, lo puedo probar.
    
    Y el profesor se acomodó a las teclas con gesto de entendido en la materia. Para sorpresa de todos, el piano marcó aceptablemente los compases de un valsecito. Las mujeres se lanzaron a la pista formando parejas entrre ellas y tirando de los hombres. Esther dejó a Ricardo bailar con Rosita, que tenía resortes en los pies. Megan sacó a Javier de un tirón y Emilio enlazó con galantería a Joaquina.
    
    Leonor bailó sola un rato y luego ...
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