1. LIBERTAD CONDICIONAL


    Fecha: 27/03/2019, Categorías: Dominación / BDSM Gays Autor: sigma2077, Fuente: SexoSinTabues30

    ... problemas con la desnudez. Le respondí. Y no terminaba de decir eso cuando se quitó la toalla quedando completamente desnudo ante mi. Dylan es un hombre alto, casi tan alto como yo. Blanco de piel, cabello cobrizo ondulado, típico descendiente de irlandés, ojos verdes oscuro, buenos pectorales, con los pezones diminutos y rosados, el pecho y espalda parecen una guerra entre pecas y pelos, en el pecho eran muy densos los pelos y bajaba una línea recta que dividía perfectamente su abdomen a la mitad y conectaba con su pubis, donde se veía una verga larga, circuncisa, bastante gruesa, podría decir que igual a la mía, reposando sobre un escroto que asemejaba un melocotón de lo redondo y por los vellos cortos, de un tono dorado, asemejando la pelusa que cubre esta fruta, sus hombros bastante desarrollados igual que sus brazos. Estos eran completamente lampiños, en contraste con sus antebrazos, cubiertos por una maraña de pelos cobrizos. Su espalda minada de pecas, desde los trapecios hasta las nalgas. Las cuales estaban cubiertas de pelos completamente, redondas y hermosas… ¿Dije hermosas? Sí, lo dije… Esta pelambre se extendía hasta sus tobillos, los cuales se me estaban antojado tenerlos sobre mis hombros.
    
    Y… ¿Tú no vas a quitarte la toalla?
    
    Ah… Cierto… Me quité la toalla y la dejé sobre el respaldo de una silla.
    
    Dios… Eres grande por todos lados, dijo.
    
    Yo comencé a dar una vuelta muy lentamente con los brazos extendidos hacia los lados y las manos completamente abiertas.
    
    Jacobo… ¿Puedo… Ejem… Puedo tocarte? Dijo Dylan cuando me detuve y quedé frente a él.
    
    ¿A qué te refieres? ¿Quieres tocarme, acariciarme? ¿Qué estás tramando?
    
    Ehhhh… Como te dije, jamás había estado frente a un hombre como tu desnudo.
    
    Un negro, le dije.
    
    S… S… Sí…
    
    Me acerqué lentamente, y le dije: toca con plena confianza.
    
    Dylan no podía disimular el asombro y la exitación ante la situación. Sus manos estaban frías, y su frente tenía un poco de sudoración. Poco a poco se fue aproximando a mí, y yo comencé a tocarlo, lo tomé por las caderas y fui subiendo mis manos por sus costados, hasta llegar a su pecho, conseguí tocar sus pezones y se le escapó un gemido. Acaricié sus pectorales velludos y subía por su cuello, mientras que él hacía el recorrido inverso. Ya sus manos estaban al rededor del tronco de mi verga.
    
    Poco a poco me fui acercando a su cara y rocé sus labios con los míos, él los abrió yo presioné levemente mis labios contra los suyos, los cuales abrieron dejando paso a mi lengua. Parecía como si fuera su primer beso.
    
    Él se aferraba a mi espalda como un náufrago a su tabla y yo sentía su respiración acelerarse, lo halé hacia mi y el roce de sus vellos me hizo sentir escalofríos. Lo abracé fuertemente y en ese momento me di cuenta que lo deseaba, más de lo que había deseado estar con alguien, más fuerte de la que había abrazado alguna vez. Ni siquiera con mi mujer había sentido estas ganas de estrechar a alguien tan fuerte. Nos besamos, ...
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