1. Mi profesora se convierte en mi putita


    Fecha: 27/03/2019, Categorías: No Consentido Autor: lissyta, Fuente: TodoRelatos

    ... que cagada y consciente de lo grave que sería que se supiera que había extorsionado a un alumno.
    
    - Vamos a jugar a algo.
    
    - No quiero jugar a nada, dime qué quieres que te haga y acabemos ya.
    
    - No sigas por ahí o te irás a casa con la cara roja. El juego es el siguiente: como yo sé que eres una puta, una guarra de mierda que ni siquiera sabe que lo es, y que vas a disfrutar de esto incluso más que yo, haremos algo. Ahora te daré un kleenex y vas a secarte el coño, por dentro y por fuera. Luego me la comerás como una diosa, una diosa muy puta, como lo que eres, vaya… Y cuando terminemos, si tienes el coño seco, se termina esta historia. Me pones el 8, borro la grabación delante de ti y todos en paz.
    
    Si, por el contrario, tras comérmela tienes el coño mojado y lubricadito… entonces tendrás que ser mi puta lo que queda de curso.
    
    - Eres un imb
    
    No terminó la frase porque volví a darle un bofetón, esta vez sí más fuerte que sonoro, pero es que ya estaba hasta la polla de que me tratara de tonto. Me miró con los ojos húmedos y llenísimos de odio, pero no hizo ademán de levantarse o devolvérmelo, así que di permiso para empezar…
    
    Cogió el kleenex de mi mano y, roja como un tomate, lo pasó varias veces por su coño, dejándolo lleno de líquido transparente. Entonces le recordé que también quería que lo hiciera dentro. Se enrrolló un dedo con el papel y, con cuidado, lo introdujo en su vagina. Me acerqué pasé un dedo por el orificio de su coño y, contento con la sequedad que mostraba le dije que volviera a arrodillarse y empezada.
    
    Le costó abrir el botón del tejano, pero no la ayudé, me gustaba verla nerviosa. Me bajó los tejanos y luego, sin mucha dificultad, los calzoncillos. Mi polla salió disparada con fuerza y no le dio en la cara por poco. Le pedí que me la besara antes, que lo hiciera todo muy lento y… sorprendentemente, obedeció.
    
    Empezó a darme besos por todo el tronco, imagino que, sin ganas, pero eso me la sudaba porque tenía su boca en mi polla y es lo único que deseaba en ese momento. Luego bajó hasta el pubis y ahí no pude evitarlo y la agarré por el pelo y se la froté por toda la cara.
    
    Cerró los ojos y frunció un poco el ceño, pero no dijo nada, se dejó hacer. “Así me gusta, que sepas comportarte como la puta que eres en realidad”, cuando terminé la frase ya había empezado a meterse el glande en la boca. Empezó una buena manada, pero a los pocos minutos subió la mano para ayudarse a pajearme mientras me la comía, le di dos golpecitos suaves en el antebrazo: “Chica lista, pero pon las manos atrás, recuerda, las perras no las usan”. Le acababa de devolver la frase que me había dicho ella minutos antes y dios, qué placer toda la situación, me estaba costando horrores no correrme, pero quería hacérmela durar un poquito.
    
    Mientras seguía ensartada a mi polla me agaché un poco y le bajé el sujetador con brusquedad, tirando de las tiras. Sus tetas rebotaron al aire, turgentes y erectas, con los pezoncitos duros, ...
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