1. Pervirtiendo a una lesbiana


    Fecha: 27/03/2019, Categorías: Sexo en Grupo Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... tercero se situó frente a ella y abrió sus piernas empujando las rodillas hacia los laterales, se agachó y se humedeció los dedos para después restregarlos su rajita, Candela gimió y elevó sus caderas al sentir el roce, una vez se había asegurado de su humedad, hundió la lengua en su coñito… ella gimió de nuevo, su cuerpo se estremeció y sus caderas se removieron sobre si mismas al sentir la punta de la lengua saborear su rinconcito de placer.
    
    La imagen era puro morbo, frente a mí se encontraba una lesbiana que por primera vez estaba siendo profanada por varios tíos. Al igual que los vampiros devoran a la virgen inocente, ellos bebían de ella con avidez. A ambos lados se encontraban los otros dos que habían tomado al salto un pecho cada uno, ahora absorbían y lamían sus pezones con gula, mordisqueando y tirando de ellos. Observaba la respiración de Candela que era un puro resuello. Sentir su deseo me hacía estremecer. Miré a mi alrededor, comprobé con sorpresa que había más personas en aquella habitación disfrutando con la escena… una pareja se encontraba un par de metros de mí magreándose y disfrutando del espectáculo, a mi izquierda un chico muy alto de unos cuarenta años me observaba… nuestras miradas se cruzaron y acto seguido sentí su presencia cercana… no podía más, necesitaba sentir sus caricias y besos, necesitaba aplacar toda esa tensión sexual y deseo que se acumulaba en mi interior. Reconozco que en esos momentos me hubiera entregado al primero que me lo hubiera pedido.
    
    Lo noté acercarse, percibí su presencia tras de mí y mi coñito palpitó de deseo. Sentí sus manos cubrir mi cuerpo con sus caricias. Aquel tío hundió su nariz en mi cuello mientras paseaba sus manos por mi cuerpo. Tocó las caderas, los pechos, el monte de Venus. Oí su excitada respiración en mi oído mientras permanecía inmóvil y me dejaba invadir. Su duro paquete se refrotó contra mi culo y sus manos comenzaron a moverse bajo mi fino vestido. Gemí como una perrita en celo al percibir sus dedos hundirse en mi coñito… sus caricias eran una tortura y las piernas comenzaron a temblarme. Sus dedos hábiles bajaron la cremallera y me despojaron del bonito vestido que quedó bajo mis piernas.
    
    Mi respiración era un resuello de jadeos continuos, sus manos se habían desecho de mi sujetador y ahora pellizcaba mis pezones mientras la otra mano profanaba mi coñito. Sentía calor, humedad y un deseo que me roía por dentro.
    
    Se acercó a mi oído y me mordió con delicadeza el lóbulo de la oreja, para acto seguido sentir sus palabras resbalar…
    
    — ¿Nos unimos a ellos guapa?
    
    Había cerrado los ojos y al escuchar sus palabas los abrí… tan solo asentí y observé de nuevo a Candela que estaba a punto de ser follada por el tipo moreno. Este movía su enorme miembro frotándolo a la entrada de su coñito, mientras su mano izquierda abría una de las piernas. El tipo alto me arrastro hasta allí y preguntó si era posible que nos uniéramos a ellos… estos asintieron encantados y el que estaba ...
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