1. Pervirtiendo a una lesbiana


    Fecha: 27/03/2019, Categorías: Sexo en Grupo Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... apartaría.
    
    Tras pasar la recepción y un pasillo, llegamos a un pub espacioso con una barra amplia y luz tenue de neón que lo hacían acogedor y erótico. Había diferentes salas con amplias zonas con colchones de colores, en las que parejas y dobles parejas hablaban animadamente y nos observaban al pasar. También contaba con una sala para las prácticas sado y habitaciones más pequeñas con puerta. El final del recorrido estaba reservado para la piscina y jacuzzi que en ese momento permanecían vacías.
    
    Ángela que así se llamaba la chica, se despidió con una amplia sonrisa y los mejores deseos y nos fuimos directas a la barra. El pub ya había aumentado la clientela en el rato que habíamos estado de “tourné”, y nos colocamos una frente a la otra sobre las banquetas en una esquina de la barra. Pedimos un combinado que venía gratis con la entrada y comenzamos a cuchichear y reír por lo bajini…
    
    — ¿Que te ha parecido?
    
    — No se… parece un lugar con mucha clase. El sitio es muy chulo.
    
    — ¿Te has fijado como nos miraban? —desde que habíamos entrado sentía las miradas desnudándonos.
    
    — Claro… soy lesbiana pero no soy ciega.
    
    — ¿No te pone sentirte deseada? En estos momentos somos como dos caramelos en la puerta de un cole.
    
    — A mí la que me pones eres tu… me susurró al oído a la vez que introducía su mano entre el hueco que dejaban mis piernas sobre la banqueta.
    
    Me estremecí al sentir su mano resbalar por el muslo interno con dirección ascendente. Mi mano se posó sobre la suya y la detuve justo a tiempo de que alcanzara mi rincón de placer.
    
    — Para no sigas… me pones nerviosa.
    
    — ¿No dices que te pone que te miren? pues ahora tienes la oportunidad…
    
    — Y… ¿a ti te pone que te miren?
    
    — A mí me pone ponerte…
    
    Candela se levantó de su banqueta encajando su cuerpo entre mis piernas, acortó la distancia que nos separaba y comenzó a susurrarme al oído…
    
    — En estos momentos nos están mirando los que están tras de ti… seguro que están deseando follarte ahí dentro… ¿no quieres que los calentemos? — mientras sus palabras resbalaban en mi oído, su mano se volvía a colar bajo mi falda.
    
    — Vale… no sigas… —su mano entró hasta dentro y sentí su caricia en mi ingle.
    
    Los labios redujeron espacio con mi cuello y comenzaron a besarlo mientras sus dientes lo rasgaban con ansia. Sus caderas se encontraban entre mis piernas y me impedían cerrarlas. Era un movimiento premeditado que sin duda le facilitaba las cosas…
    
    — Vale… estate quieta… —la sangre se amotinaba en mi interior. Mi respiración se desbocaba. Calor, sentía mucho calor…
    
    Sentí su mano alcanzarme… su roce me hizo estremecer, gemí disimuladamente al sentir mi intimidad invadida por sus dedos ágiles…
    
    — Ahora vas a hacer lo que te diga…—mientras sus palabras resonaban en mi oído, sus dedos se hundían en mi coñito impregnándose de fluidos.
    
    No contesté, lo único que emanó de mi boca fue el resuello ahogado de mi respiración.
    
    — Abre las piernas, quiero que las abras bien… ...
«12...121314...21»