1. La Mansión


    Fecha: 23/08/2019, Categorías: Hetero Autor: Alex Blame, Fuente: TodoRelatos

    ... aseo. Me he tomado la libertad de disponer de todo lo necesario.
    
    —Muchas gracias, Sebastián.
    
    —Si necesita algo, tire del cordón que está al lado derecho de la cama y vendré lo antes posible.
    
    —Gracias, pero no será necesario. —replicó Nadia con voz firme.
    
    —Ah, por cierto. Puede que mi señora, debido a su avanzada edad, sea especialmente impresionable. Me imagino que cuando sabemos que la parca está esperando a la vuelta de la esquina, nos gustaría saber que hay algo después. Ya me entiende. Eso no quiere decir que si va a timar a mi señora, le deje hacerlo con impunidad. Yo no soy tonto, no creo en fantasmas y no dejaré que le haga daño. Es mi deber. —le advirtió el mayordomo muy serio.
    
    —Estupendo, porque yo no he venido a timar a nadie. De todos los casos que he investigado, el noventa y cinco por ciento han resultado tener una explicación lógica. Me tomo mi trabajo en serio y si descubro algo, tanto usted como su señora tendrán la oportunidad de ver las pruebas. —dijo Nadia acostumbrada a topar con aquel tipo de personas.
    
    —Perfecto, ahora que hemos aclarado este punto, la dejaré hacer su trabajo, señorita. Que pase una buena noche. —la saludó retirándose con una ligera inclinación de cabeza.
    
    Al fin sola, Nadia pudo relajarse y observar la habitación con más detenimiento. La estancia era un cuadrado casi perfecto, lo suficientemente grande como para acoger una enorme cama con dosel, una mesita redonda con dos sillas, una pequeña librería, un tocador con un espejo enorme y un diván justo al lado de un ventanal oculto por un pesado cortinaje de brocado color gris verdoso. La estancia estaba iluminada por una enorme araña de cristal de roca, que colgaba de un techo de más de tres metros de altura y unos apliques en la pared contraria al ventanal. A ambos lados de la cama, sobre unas mesitas, dos lámparas de Tiffanys llamaron inmediatamente su atención. En la esquina, justo entre la mesa y el diván, había una chimenea que el mayordomo había encendido hacía el tiempo, suficiente como para que la habitación ya estuviese caldeada. Y sobre ella, tras un par de jarrones, el retrato de cuerpo entero de un hombre que inmediatamente reconoció como el joven de aire melancólico de la foto que había visto en el comedor.
    
    El retratista había sabido captar a la perfección la tristeza en el rostro de aquel hombre; los ojos grandes y líquidos, un mechón de aquel pelo negro caía sobre la frente ligeramente ondulado y tapando parcialmente un ceño ligeramente fruncido. La nariz, afilada y ligeramente curvada a la izquierda, se asomaba a unos labios gruesos que enmarcaban una boca grande de gesto serio, que era el único toque de color a una tez extremadamente pálida, casi fantasmal. Para la ocasión se había puesto un uniforme de oficial de infantería. Gracias a google averiguó que era un uniforme de gala de capitán de infantería de principios del siglo XX. El artista había intentado darle un aire marcial, haciendo que apoyara sus manos sobre su ...
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