Viaje de un jubilado (De vuelta en España) 21 - Relatos Eróticos

Viaje de un jubilado (De vuelta en España) 21

... su oído y le dije,

Fiorela tenía razón, los jóvenes follaron hasta correrse otra vez, nosotros esperamos pacientes mirando y corrigiendo las posturas, ellos apreciaban nuestra experiencia y cuando ya pensamos que estaban cansados Lesly dijo…

Alan asentía todo lo que decía su mujer, la mantenía abrazada, sin soltarla, pero cuando Fiorela le adelantó la mano, él se soltó y fue al encuentro de la médica, ella estaba dispuesta a follarlo como nunca, por otra parte Lesly vino hacia mí y se puso tan cerca que me ofreció sus jóvenes tetas para que se las chupara, luego se sentó sobre mis piernas y agarró la polla y se la fue metiendo en su recién estrenado coño, todavía tuvo que reprimir bastante dolor, por la diferencia de diámetro.

Alan sacó la polla de color rojo pero a ella no le asustó, lo estaba deseando, pero una vez adentro saltó sobre mi hasta correrse sin miedo, me dijo al oído que le dolía pero era soportable y además que, había tomado píldoras desde un mes antes, previniendo de que cuando se casara follaría hasta ponerse al día desde que era novia de Alan. Así que podía llenarla de leche, su marido ya lo había hecho y le encantaba el calor del semen.

Cuando entramos en nuestra habitación, ya de madrugada, estaba contento pero agotado, la juventud era incansable, hasta Fiorela recibió la espada de Alan por el culo, al ver cómo disfrutaba su mujer quiso probar y Fiorela no tuvo inconveniente, siempre bajo mi supervisión, le enseñé como hacerlo y luego lo repitió con Lesly, al final los dos quedaron tan entrenados que podían seguir solos.

Ni Fiorela ni yo hablamos de follar esa noche, los dos estábamos cansados pero contentos por el deber bien hecho, de ahora en adelante habría otra pareja folladora, gracias a nosotros.

Antes de dormirnos comentamos que a aquellas horas, la pareja de Paca y Amalia, ya habría hecho las paces y Amalia se habría atrevido a comerle el enorme clítoris a su amiga Paca, nos abrazamos y nos sentimos felices.

Continuará.

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Gracias.