Viaje de un jubilado (De vuelta en España) 21 - Relatos Eróticos

Viaje de un jubilado (De vuelta en España) 21

... funcionaba a la perfección.

Ahora Alan ronroneaba como un gatito, Fiorela le estaba chupando los huevos, dejando pasar su verga sobre su mejilla hasta detrás de la oreja. Le vi los progresos en su capullo, ya casi tenía el capullo al aire mientras que yo…

El coño de Lesly no progresaba, en verdad tenía una flor muy rebelde, yo estaba desesperado, veía como Fiorela me pasaba por la derecha y no podía evitarlo, así que pensé en hacer trampas también, cambié de postura, la chica seguía desnuda con sus“huesos blancos” al aire, me acerqué a ella y le puse una mano sobre mi bragueta, ella en un primer momento la retiró, pero cuando sus dedos calibraron mi diámetro, ya puso atención.

Se volvió hacia su marido que miraba al techo y con la punta de los dedos fue bajando mi cremallera, no tardó nada en tener mi polla en la mano, la miró de reojo y disimuladamente se volvió y le dio un lengüetazo.

Eso era lo que yo quería, ya tenía su atención y su voluntad de colaborar, mi dedo ya pudo ir entrando en su coño muy lentamente, ella respiraba con dificultad pero cuando yo descansaba ella se metía mi polla en la boca y lamía ávidamente, aquel glande no era como la cabeza de serpiente de Alan.

Mi dedo corazón consiguió pasar la“aduana” y Lesly lo celebró tragándose la verga hasta casi los huevos, ahora chupaba con deleite pensando que aquella verga era prohibitiva, pero no lo descartaba del todo.

E hizo bien, coincidimos en lo mismo, aquella polla debía de entrar en la joven rubita y la única posibilidad, por el momento, era… su culo. Me quité los pantalones porque vi que Alan ya no los llevaba y Fiorela se estaba quitando también la falda, parecía que se lo había tomado como un reto personal.

Al aparecer mi polla al aire, Fiorela supo que la cosa iba en serio y no lo dudó, se sentó con mucho cuidado sobre la espada de Alan, no dejó que él empujara pues era muy peligroso, la podía ensartar como una aceituna.

De rodillas frente a Lesly me acerqué con el frasco de gel, le unté el culo como debía, ya mientras lo hacía ella gemía temiendo lo que iba a recibir, los miedos de la chica solamente eran en su coño pero en el resto estaba recaliente. Dispuesta follar sin freno.

Al ver desaparecer la polla de Alan en Fiorela me acerqué a Lesly para mostrarle cómo iba su marido, solamente le había metido la mitad, que era mucho pero Lesly se sintió herida y me cogió la polla y tiró de ella apuntándola a su culo, soltó sus piernas, me rodeó la cintura y me atrajo hacia ella.

Tuve la sensación de que un tren me empujaba por detrás cuando metí la polla en el culo ya dilatado de Lesly, el gel me trasportó hasta lo más hondo de su ser. Los ojos de Fiorela se abrieron asombrados, creyó que yo, por fin, se la había metido en el coño a Lesly, y se sacó la polla del chico y miró su capullo.

Éste todavía estaba un poco“verde”, le faltaba casi la mitad de prepucio por rendirse pero Fiorela no tuvo paciencia y tiró de él hasta abajo, Alan gritó de dolor ...