Me volví a comer la verga de mi hijo en un bar - Relatos Eróticos

Me volví a comer la verga de mi hijo en un bar

... verga a mi hijo, se la cogí bien por la base de las güevas que estaban llenas del semen que me iría a tragar en unos minutos, porque ya no aguantaría mucho mi deseo de tener mi primer orgasmo en ese bar teniendo la verga de mi hijo dentro de mi ser. Papito lindo te voy a cabalgar como lo está haciendo la puta de la barra, sí? Si mamita hazme tuyo y cómete mi verga hasta el fondo de tu chochitaaaaa…..me le monté a mi hijo y me bajé la parte de arriba de mi vestidito para que Paul me chupara mis tetas…papito bésame mis pezonessssss bésamelosssss……dirigí con mi mano la vega de mi Paul a la entrada de mi vaina y me la metí muy despaciooooooo…gritaba de placer “que rico hijito mío…métele esa verga hirviente a tu propia mamáaaa…métesela y no la vayas a sacar hasta bien nocheeeee……”. Gritaba que éramos mama (puta) e hijo (macho), para excitarme más y que los demás lo hicieran también, así todos gozaríamos al máximo esa noche de lujuria y sexo sin escrúpulos de ninguna índole. Subí y bajé varias veces mi culito sobre la verga de mi hijo para sentir toda la longitud de ese paquete de Paul…..aggggghhhhhiiiiii papito me vengoooooo….me vengooooooooo….que rico papitooooooo….ayyyy mi vidaaaaa que ricuraaaaaaa métemela mássssss máaaassssss mi vida, métela toda dentro de tu mamita que te quiere tantooooooo….ayyyyy mi vida me derramo papito me vego yaaaaaaa…..que ricuara mi vidaaaaaa aggggggggmmmmmmmm, sigo cabalgándote mi vida que verga riiiiiccaaaa que me estoy metiendoooooo….agggggghhhhhhhh vidita míaaaaaaa”. Este ha sido hasta ahora el mejor orgasmo de mi vida, cariñito mío…que ricooooo. Paul ya estaba a punto de derramarse y le pedí suplicante que me dejara tragarme esa lechitaaaaa…que me dejara saborear ese semen riquísimo que le saldría de las güevas…que solo era para mí y que luego descansaríamos para seguir disfrutando luego de nuestros cuerpos….ahhhhhhgggggg mamita, mamitaaaaaa lindaaaaaa…ya casi terminooooooo…me la saqué de mi vagina y me la llevé rápidamente a la boza y allí sentí la virilidad de mi Paul y el néctar que seguiría comiéndome el resto de la noche. Nos levantamos de allí y nos dirigimos a la cabina de Internet, donde habíamos dejado nuestras cositas en mi bolso y nos acomodamos a descansar mientras recargábamos nuestros deseos, como efectivamente ocurrió luego, pero eso lo relataré en otro momento.

Besos a tod@s,

Dana