1. Me volví a comer la verga de mi hijo en un bar


    Fecha: 19/08/2019, Categorías: Incesto Autor: Dana, Fuente: TodoRelatos

    Hola a Tod@s,
    
    Después de casi 6 meses volví a comerme la verga de mi hijo Paul. Los llevé a un club swinger del que supe acá en Bogotá, lo llevé allá porque es un ambiente completamente distendido y apto para lo que yo quería que hiciéramos con nuestros cuerpos, según le entendí a quién lo mencionó desprevenidamente en una reunión de la oficina.
    
    Fui a los almacenes de ropa chiquita y sexy que frecuento cuando me dan las ganas de vestirme como un puta, me compré unas blusitas largas, que sirven de vestidito si una las estira un poquito, de esas que usamos para moldear nuestras figuras femeninas y fajar un poco los años dentro de ellas, uno de color rojo y otro de color blanco, con fajita de silicona en la parte inferior. Dos pares de medias veladas de alta trasparencia (invisibles las de color negro y nude las naturales), un corsé de color blanco con tiritas de liguero y un porta liguero normal de color negro. Recogí unas zapatillas color rojo, de 21 centímetros de altura de tacón que había encargado desde hacía unas semanas; y, también me compré, un sobretodo/gabán color beige que me daba a media pierna, que tenía únicamente dos botones y la correa de ajustarlo.
    
    El sábado, al finalizar la mañana me bañé, depilé y rasuré casi todo mi cuerpo, especialmente mi entrepierna; no paraba de pensar en cómo sería estar afuera con mi propio hijo. Me puse una ropa normal y esperé que Paul se levantara. Hacia las 2 de la tarde, me levanté de la cama y me puse a hacer el almuerzo. Cuando se levantó Paul, lo recibí en la sala con el almuerzo ya servido. Le dije que saldríamos a pasar el resto de la tarde y noche en un bar, a lo cual no se opuso. Cuando terminó de almorzar le pedí el favor de ir hasta la tienda del barrio y comprar dos botellas de vino para tomarnos unas copitas antes de salir e irnos algo entonaditos. Apenas salió para la tienda, me fui a ponerme la ropita, escogí para la blusita roja, las medias de color natural, el liguero pequeño y las zapatillas de 18 centímetros de tacón.
    
    Cuando llegó Alex de la tienda, apenas me vio, se quedó boquiabierto al verme conforme estaba vestidita. Le tomé una de las botellas y serví dos copas, le pasé la de él y la mía me la empecé a tomar sensualmente y mirándole a los ojos, para que empezara a ver para dónde iba mi invitación. Puse música suave y lo saqué a bailar, como ya se podrán imaginar, quería sentir el cuerpo de mi hijo y decirle unas cositas al oído a él solito. Papito rico quisiera que me aprietes más contra ti, para sentirte otra vez como hace tiempo ¿te acuerdas? No me dijo nada, pero tampoco me apretó, así que yo tomé la iniciativa y le pegué mi entrepierna contra la de él y mirándolo a la cara le dije que si era porque tenía puesta mi ropa sensual, que si quería verme conforme me gustaría estar con él en estos momentos. Apenas lo noté que se ruborizó un poco, por lo que inicié mi plan antes de que Paul se fuera a poner tímido. Lo dejé en la sala y me fui a alistar mis cositas de llevar ...
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