Me volví a comer la verga de mi hijo en un bar - Relatos Eróticos

Me volví a comer la verga de mi hijo en un bar

... abrí de par en par, quería que me vieran lo que le haría a mi hijo Paul y él ya como que le gustaba mis exhibiciones de puta caliente.

Llamé al barman y le pedí una botella de Whisky y dos vasos con hielo, estaba sentada normal, como una mujer decente con su acompañante, mis piernas relucían por el brillo de las medias veladas y se levantaban bastante por la altura de los tacones. Al regresar el barman con el pedido, le pregunté qué servicios tenían además de la pista de baile y me dijo que cabinas de internet privadas, una sala de cine general y varias barras conde podíamos realizar nuestros pedidos con la manilla que nos había entregado al ingresar, que se podía subir y bajar a los diferentes espacios del bar e interactuar con quienes quisiéramos o sin hacerlo, que la libertad era total. Le pedí que nos reservara una cabina de internet para los dos y cuando pudimos nos fuimos de una para allá. Al entrar nos sorprendimos que casi al mismo tiempo, casi sin dejarnos sentar, de pronto apareció una verga grande por un hueco de la pared que separaba las cabinas, le pregunté a mi hijo que si podía acariciarla mientras él me observaba hacerlo. Me dijo si mamita, muéstrame cómo se la chupas a un desconocido frente a mí. La tomé entre mis manos y me agaché al encuentro con esa hermosura, la cogí con mis dos manos y lentamente cerré los ojos y la llevé a mi boca, saqué la lengua y la acanalé para dirigirla mejor, le miré la cara a mi hijo Paul y la dejé entrar a mi boca sin dejar de observar como Paul se estaba sobando la verga por encima del pantalón. Le dije que si quería desnudarse lo hiciera y así yo podía también hacerlo con él en cualquier momento, se bajó el pantalón únicamente y se quedó así sobándose la verga por encima de los interiores…

Le seguí chupando la verga al del hueco de la cabina, me la metía toda en mi boca y con la lengua se la acariciaba por debajo, me abrí de piernas para que mi Paul me viera mis cositas y sacándome la verga de mi boca, me dirigí a la de mi hijo, le bajé los interiores y se presentó ante mi cara una verga mucho más grande que la que me estaba comiendo en el hueco de la cabina, pero quería tenerlas las dos a la vez en mi ser. Le dije a mi hijo que si quería que hiciera eso, que si me podía meter la verga del hueco de la cabina y a la vez chuparle la de él, me dijo que hiciera lo que yo quisiera, que él era mío por siempre. Cogí la verga del extraño por la raíz de la misma, le chupé los testículos y me la metí por completo dentro de mi boca, la dejé salir y me volteé a chuparle la de mi hijo mientras me metía la del extraño poniéndome mi culito contra la verga del extraño, con todo el vestidito recogido y mis piernas turgentes a la vista completa de mi hijo Paul y gimiendo a medida que me penetraba mi vagina ese hierro caliente. Aggggghhhhhh…que rico papito….qué ricura hijito, ven deja que te la chupe mi vida, acércate a la boca de tu mamá. En ese momento me di cuenta que habían abierto la puerta de la cabina y ...