1. La Sacerdotisa De La Noche: Noche 6


    Fecha: 19/08/2019, Categorías: Transexuales Autor: Liver96, Fuente: TodoRelatos

    ... Daemeeth se dio vuelta y le miró con una sonrisa insana, en cambio Aalyat tenía el rostro crispado por la rabia. Tomándola del brazo, la arrastró por la casa; la impostora reía por lo bajo y finalmente llegaron hasta su habitación, la Sacerdotisa de la Noche abrió la puerta de una patada y arrojando a Daemeeth a su cama, cerró y se puso de pie ante ella, Daemeeth tenía una expresión expectante y respiraba agitada.
    
    “Como en los viejos días, eh? Sabes que disfruto veros así…” repuso Daemeeth con picardía.
    
    “Ni una palabra más. O vais a sentir toda mi lujuria.”
    
    “Puedo asumir esa consecuencia, siempre lo he hecho,” dijo la mujer.
    
    Aalyat sonrió y agitando la mano, las vestiduras de Daemeeth abandonaron el cuerpo de su dueña en cuestión de segundos, quedando completamente desnuda. La polla de la mujer comenzó a empinarse con rapidez y la Sacerdotisa se arrodilló entre sus piernas, pasando sus manos por el exterior de sus muslos hasta llegar a su entrepierna y coger la polla de Daemeeth con ambas manos.
    
    “Es toda tuya…” murmuró Daemeeth ansiosa.
    
    La joven se acercó el gran y palpitante miembro de su acólita y lamió con parsimonia desde la base hasta el glande, arrancando un suspiro de placer de Daemeeth. Satisfecha con la reacción, repitió el gesto una y otra vez; lamiendo cada rincón posible y dando besos y leves roces de sus dientes en ciertos puntos, provocando más gemidos en Daemeeth, que echó la cabeza hacia atrás y se entregó por completo a su ama.
    
    Finalmente Aalyat besó y lamió el glande, el cual introdujo lentamente a su boca, Daemeeth profirió una exclamación ininteligible al sentir la calidez y humedad envolver su sexo. Mantuvo su atención allí, sin engullir más y empapando con su saliva mezclada con los fluidos que manaban del cipote de la hermana oscura. Ella en su trance pedía que tragase todo pero Aalyat no estaba para apresurar o forzar la situación. Quería disfrutar de ella todo lo posible.
    
    Poco a poco la muchacha fue engullendo aquel trozo de carne, al mismo tiempo que sus manos fueron a posarse en los pechos de Daemeeth, apretando y tirando de sus pezones; algunas veces dando rápidos golpes a ambos senos que estremecían a la mujer, que hábilmente colocó sus piernas sobre el cuello de Aalyat, para clavarle el glande hasta la campanilla. La Sacerdotisa tuvo un par de arcadas pero con maestría supo dominarlas y pegó la nariz a la pelvis de su acólita, alojando cada centímetro de su polla y cubriéndola de babas.
    
    “Así me gusta, tragándola toda sin ninguna queja… oh si, mi señora… vuestra boca es magnífica!” Daemeeth indicó mientras uno de sus talones golpeaba la mejilla de Aalyat, haciendo que la joven tuviese más arcadas pero logrando mantener esa polla llenando su boca y garganta.
    
    Al cabo de unos segundos que se hicieron eternos, Daemeeth apartó las piernas y Aalyat pudo sacarse su miembro brillante y lleno de su saliva. La acólita se incorporó y manteniéndola de rodillas, posó sus manos en su cabeza y la ...
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