1. La sombra de lo desconocido (5)


    Fecha: 17/08/2019, Categorías: Infidelidad Autor: memorandum, Fuente: TodoRelatos

    ... traviesa iluminaba su cara.
    
    - Pues ahora te toca a ti.
    
    Sonó más a amenaza que a ofrecimiento, pero en mi estado de excitación no dudé ni un segundo en dejarle seguir con su juego. Su vista siguió un camino descendente hasta llegar a su mano, y lo que ésta acogía. Me miró a los ojos, me dio un pico, y comenzó un descenso hasta quedarse en cuclillas, su espectacular culo visible desde mi posición, sus tetas rozando mis muslos y con la boca a la altura de mi polla. Me lanzó una última mirada desde abajo, y con una delicadeza angelical se la metió en la boca. Cerré los ojos pensando que no tardaría ni un minuto en correrme, pero los volví a abrir al notar sus manos en mi culo. La imagen de Ana haciéndome una mamada sin usar las manos, el movimiento firme y decido de su cabeza y el calor de su lengua al contacto con mi polla era lo más aproximado al paraíso que cualquier apóstol haya detallado en los evangelios. Sujeté su cabeza con fuerza porque notaba que no aguantaba más, y comencé a convulsionar sin reparar en que aún estaba dentro de su boca. Ana abrió los ojos como platos y se separó escupiendo semen en una estampa tan delirante como morbosa.
    
    - Dani, joder, que ya sabes que no me gusta.
    
    - ¡Uffff! Perdona, se me ha ido. Es que no me he dado ni cuenta.
    
    Al ver que sonreía mientras se limpiaba un hilo de semen que colgaba de su barbilla, respiré aliviado, y traté de justificarme.
    
    - La culpa es tuya por chuparla como una profesional.
    
    Rió la ocurrencia, y contraatacó apretándome los huevos.
    
    - ¿Y cómo sabes tú cómo la chupa una profesional? Jajaja. Por listo, te toca ir a despertar a los niños y a preparar los desayunos.
    
    Veinte minutos más tarde entró en la cocina y fue directa a besar a Sofía y a Lucas, que desayunaban adormilados, aún en pijama. Yo hacía malabares intentando preparar cuatro zumos de naranja, un café solo, un cola-cao, un bol de leche con cereales y cuatro tostadas, en plan primer día de Tom Cruise como barman en Cocktail. Ana pareció apiadarse.
    
    - ¿Te ayudo?
    
    - No, no. No hace falta. Lo tengo todo controlado. ¿Te pongo un café con leche?
    
    A Ana se le escapó una sonrisa maliciosa.
    
    - Solo. Leche ya he tenido bastante por hoy.
    
    Las cápsulas de Nespresso rodaron por el suelo y le lancé una mirada de alarma, dirigiendo la vista hacia los niños, que seguían a lo suyo sin hacer caso a nuestra conversación.
    
    Después de una eternidad para hacer el equipaje de Lucas y Sofía como si se fueran a enrolar en La Trinidad de Fernando de Magallanes, Ana se los llevó al punto donde habían quedado con los del centro de actividades del campamento de verano de inglés, avisándome de que a la vuelta había quedado con María para ir al gimnasio, y como yo estaría en casa trabajando, no llegaría hasta la hora de comer. Sólo imaginármela con la princesa de hielo, desnudas las dos en la ducha, hizo que se me pusiera dura al instante, pero traté de desviar aquella fantasía que sabía sólo podría acarrearme problemas, y ...
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