El Matrimonio 2 - Relatos Eróticos

El Matrimonio 2

... ensalivando, y empezó a mamarla con fuerza. Ella misma se la tragaba hasta el fondo, y se quedaba un rato con ella dentro. Otras veces, le chupaba con fuerza en glande mientras le masturbaba con brío el tronco. Pasado un buen rato se la saco de la boca, me miro y me la ofreció con ojos cariñosos.

Estaba tan a tope, que ni me lo pensé. No le di la mayor importancia a meterme una polla en la boca por segunda vez. Me acerque despacio, y empezamos Carmen y yo a chuparla. Un olor fuerte a sudor emanaba de aquel paquete. Mas tarde sabría por qué.

Carmen la soltó, para cogerla yo. Aprete el tronco hasta la base, de ese cipote brillante. Poco a poco empecé a metérmela en la boca despacio sin prisa. Le estábamos haciendo una mamada de campeonato.

Intente imitar a Carmen, y metérmela entera en la boca, y casi muero en el intento. Una poderosa arcada, me hizo sacármela de golpe entre toses, y saliva.

Carmen y Miguel se rieron al unísono, de la situación. Pero yo estaba empeñado en mamar esa polla, como dios manda. Empecé poco a poco y despacio, y de pronto la tenía toda dentro. Mientras aguantaba, movía la lengua todo lo rápido que podía, y parecía que a Miguel le estaba encantando.

-Ufff…como no paréis, me voy a correr…así que sácatela de la boca, Juan, que aún hay mucho que hacer. Carmen, creo que es momento de eso que te daba tanta vergüenza. pero que quería experimentar.

-Ay Miguel, es que no se que va a pensar Juan de nosotros. Ufff..,

-Mira Juan sin rodeos, Carmen quiere hacer algo distinto, pero solo hará si tu estas de acuerdo. Tiene la fantasía de que mientras la comes el coño, a petición mía se mea en ti.

Aquello me dejo sin palabras. Estos señores morbosos iban más allá de lo que había esperado. De nuevo la sensación de morbo, y suciedad se apoderaba de mí, y no dejaba que pensara con claridad.

Así que sin decir nada, me fui acercando despacio de rodillas hasta el peludo pubis de Carmen, y puse la cara delante de él. Ella separo las piernas delicadamente, y yo empecé a hundir mi cabeza en aquel coño. Al abrirlo, una bofetada a sudor, y orina me echo para atrás. Era parecido, pero menos agrio que el de su marido.

-Jajaja, que pasa Juanito?? Huele a pescado rancio ehhh…Llevamos 3 días sin ducharnos, para llegar a este día, se podría decir con esencia.

Estos señores, no dejaban de sorprender, y aquel olor a hembra viciosa, no hacia más que ponerme como una moto. Así que sin pensarlo hundí mi cabeza en esa raja caliente, y empecé a relamer y limpiar todo aquel coño mojado. Estaba empapado, y con mucho flujo. Tanto que mi lengua no llegaba a retener por completo.

Carmen gemía de gusto con cada lengüetazo, que le propinaba, y en poco segundos se corría en boca sin contemplación. Yo chupaba y chupaba, aquel caliente néctar, y sin darme cuenta ya no era solo flujo.

Junto con la corrida, Carmen empezó a mearse. Era un sabor muy distinto. Fuerte, y cálido. De esas primera gotas, fueron pequeños chorros. Intentaba ...