El Matrimonio 2 - Relatos Eróticos

El Matrimonio 2

CONVIENE LEER EL ANTERIOR CAPITULO, PARA SACARLE MAS JUGO A ESTE. AUN ASI SE PUEDE LEER COMO RELATO SUELTO. COMO SIEMPRE COMENTARIOS Y CORREOS SIEMPRE BIEN RECIBIDOS.

Después de aquella cita a ciegas con Miguel y Carmen, me sentía en una nube. La verdad que habían pasado cosas fuertes. Había probado mi primera polla, y hasta semen de otro hombre. Me había sentido usado, por ese matrimonio maduro y gordo, pero el regusto con el que salí de aquella casa fue más que dulce.

Al llegar a casa me tuve que masturbar recordando cada una de las imágenes que vibraban aun fuerte en mi mente.

Al matrimonio le paso lo mismo. Alucinaban con lo bien que se lo habían pasado, y la intensidad en los orgasmos que habían tenido. Yo seguí como hasta ese día hablando asiduamente con Miguel, y en como cuadrar la próxima cita. En uno de los correos, me confesó que había disfrutado dominando la situación, y que su mujer fantaseaba con que nos usara a su gusto, tanto a ella como a mi de forma por decirlo de algún modo más directo.

La cosa no se demoró. A las 2 semanas, teníamos los 3 un sábado entero para nosotros. Esta vez quedamos directamente en su casa.

Llame al telefonillo, me abrieron y subí…iba temblando como una hoja de nerviosismo, y ansiedad.

Al llegar la piso la puerta estaba entreabierta, así que me dije…que sea lo que dios quiera, y entre sin pensármelo 2 veces.

Al entrar y cerrar escuche a Carmen:

-Juan, echa la llave de la puerta, así estamos más seguros. Estamos en el dormitorio.

Cogí fuerzas, eche las 3 vueltas a la vieja puerta, me coloque un poco la ropa, peine el flequillo, y dándome 2 palmadas en el pecho me dirigí a esa habitación de lujuria.

Os cuento lo que vi, según pase el alfeizar.

Miguel estaba sentado en un pequeño sillón que tenían en la esquina de la habitación. Estaba completamente en pelotas, con un wiski en la mano y fumándose un cigarro. Su panza peluda, y su gordo pene, me pusieron los pelos de punta. Fue una mezcla entre asco y excitación, que me dejo si palabras.

Por su parte, Carmen estaba de pie apoyada a su lado, desnuda también, pero con una blusa que le tapaba aquella enormes tetas.

-Juan hombre, que alegría verte.

-Ho hola, Miguel. Co, como estáis?? (tartamudee sin poder evitarlo)

-Pues bien, ya sabes esperándote con ansia y gula. Verdad Carmen.

-Si, Juan estoy muy contenta de volver a verte.

Según termino de hablar, se acerco hacia mi con andares gatunos, meneando aquellas poderosas y grandes caderas.

Mi primera intención fue ir a darle 2 besos, pero ella llevaba otras. Me cogió por la cintura, me atrajo hacia ella, y me beso en los labios metiéndome su lengua hasta la campanilla. Fue como lo recordaba, caliente y baboso, que trasmitía toda la gula y lujuria que llevaba acumulando desde nuestro primer encuentro.

De reojo veía a Miguel, que con dos dedos se estaba masajeando la polla, viendo como nos enrollábamos su mujer y yo.

-Juan, como ya te comento Miguel, ha ...