El sexo no es como lo pintan - Relatos Eróticos

El sexo no es como lo pintan

... vellos que la cubrían eran color claro, casi rubios.

Lamía su vagina de principio a fin hasta llegar a su clítoris.

Luego coloqué mis manos bajo sus nalgas para alzar un poco su rico manjar y comencé a devorarla velozmente.

Mi hermana solo gemía y gemía

-Aaaahhh Migueee Mmm...

De pronto su mano se colocó en mi nuca y me aprisionó fuertemente hacia ella. Yo no hice más que tragar y chupar todos los jugos de su vagina, sabía deliciosa!

De pronto se convulsiono bruscamente,

-AAAHHHHHHH MIGUEEEE HMMMMMMMMM

Aflojó el cuerpo después de algunos segundos y me dio la espalda. Comencé a besar sus nalgas y la parte trasera de sus piernas, de pronto paro su culito en cuatro, podía ver todo su vagina abierta!!!

De inmediato lo entendí, había llegado el momento. Volví a sumir mi cara en ella, pasaba mi lengua de principio a fin, note un orificio pequeño y rozado al final, era su ano que lucía hermosamente adornado por sus ricas nalgas que lucían enormes y firmes.

Después de dejar húmeda toda el área de su ano comencé a pasar mi dedo por el. Cuando estuve justo en la entrada me detuvo. En ese momento no había palabras que la convencieran, solo caricias y besos así que después de mamarle unos segundos más, mi hermana finalmente cedió y me encontré deslizando lentamente mi dedo hacia adentro de su ano, se sentía súper cerrado.

Cuando mi hermana no pudo contenerse más, se acomodó para mamarme la verga y, con la verga en la mano fue acercando su boca has cubrir todo el capullo. Dio un par de mamadas y me dijo:

-Nunca antes lo he hecho- espero te guste como lo hago- después de eso la fue introduciendo es su boca hasta cubrirla casi toda. En eso momento quería explotar en su boca pero me contuve pues sabía que aún faltaba lo mejor.

Mi hermana subía y bajaba con su boca por todo el tronco de mi verga, comenzó a tocar mis huevos con sus lindas manos y me estremecí al grado de que gemí escandalosamente.

-AAHHHHHHHHHHHHHH- Menos mal que mamá no estaba en casa.

-Hazme tuya Miguel…- escuche decir a mi hermana como si fuera una melodía de una ángel y de inmediato se acomodó encima de mí, suavemente, hasta que su vagina quedo sobre mi verga.

Era increíble. Estaba a punto de desvirgar a la mujer que más amaba en el mundo; mi hermana!

Comenzó a bajar sus nalgas lentamente hasta que mis huevos chocaron con ellas. En ese momento sentí estar el gloria! Noté claramente como la punta de mi verga había roto aquella fina capa que garantizaba su virginidad y se llenaba de pequeños hilos de sangre.

Mi hermana comenzó a moverse lentamente pero en cuestión de segundos ya lo hacía de manera casi frenética sobre mí.

Luego comenzó a moverse moderadamente, lo hacía de maravilla! Nuestros sexos se acoplaban como si hubieran estado follando durante siglos.

-No sabes cuánto te amo Cecilia…- no paraba de decirle mientras mi hermana gemía y cabalgaba deliciosamente sobre mí.

Cuando me vine, lo hice llenando todo su interior con mi ...