1. El sexo no es como lo pintan


    Fecha: 15/08/2019, Categorías: Incesto Autor: Shrink2b, Fuente: TodoRelatos

    ... porque quiero que al menos alguien sepa la verdad de las cosas:
    
    Cecilia siempre fue la estrella de la familia. Tenía éxito en todo lo que se proponía. Era como si tuviera el talento para hacer cualquier cosa.
    
    Siempre obtenía los primeros lugares y mis padres nunca dejaban de elogiarla. Pero mis padres no eran los únicos que la alababan tanto. Su extraordinaria belleza solo podía ser comparada con su enorme bondad y creo que esto la hacía ser una de las chicas más deseadas.
    
    Créame, mi hermana era el epítome de la belleza, siempre tenía a cientos de chicos esperando ser su novio.
    
    Por otro lado, yo estaba también siempre en la lista de honor del colegio y obtenía buenos resultados en las competencias escolares pero siempre era opacado por mi hermana en todo. Creo que era imposible competir contra una joven tan bella e inteligente. Y por más que parezca raro, creo que la única persona que valoraba lo que yo hacía era ella…
    
    Siempre se preocupaba por mí como nunca nadie lo hacía. Me preguntaba acerca de mi vida, me animaba cuando estaba cabizbajo pero bueno, creo que hasta ahora solo le he contado la parte de la historia que todo mundo sabe. La realidad de las cosas es que mi hermana y yo estábamos enamorados. No estoy seguro de si usted me va creer cuando le diga que era un amor tan intenso y verdadero como ningún otro.
    
    La doctora hizo todo lo posible por no mostrar inquietud o cualquier otra seña de desapruebo ante la confesión de Miguel.
    
    -Cuando dices que estabas enamorado de tu hermana quiere decir que mantenías relaciones sexuales con ella?
    
    -Sí, eso también… varias veces hicimos el amor. La actitud y su físico le daban un aspecto que incluso varias personas pensaban que era la mayor de los hijos. Desde pequeños nos gustaba estar cerca el uno del otro, y desde ese entonces, recuerdo muy bien que sentía muchos celos cuando alguien se acercaba a ella.
    
    Hubo una vez en la que, a un niño que acababa de empujar a mi hermana, le pegue tan duro que me suspendieron del colegio por una semana. Nada comparado al castigo que me impusieron mis padres pero recuerdo que mi hermana cada día me iba a visitar a mi cuarto y me agradecía el haberle protegido con un beso en la mejilla. Creo que desde aquél entonces me prometí proteger a mi hermana toda la vida. Mis padres siempre estaban tan ocupados que poca atención nos ponían así que mi hermana definitivamente necesitaba ser protegida por alguien.
    
    Incluso mis padres había veces en las que nos abandonaban en casa, por motivos de sus viajes de negocios o placeres, y a mi hermana y a mí nos gustaba dormirnos abrazados en el sillón de la sala. Nunca sentíamos ninguna sensación de estar haciendo algo malo o prohibido. Simplemente nos gustaba dormir de esa manera. Tanto nos gustaba que, con el correr de los años, ella misma era quien iba en mi búsqueda por las noches y terminaba durmiéndose conmigo en mi cama. Nunca la vi con otros ojos que no fueran los de la inocencia.
    
    Puedo decirle que ...
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