El sexo no es como lo pintan - Relatos Eróticos

El sexo no es como lo pintan

... como nunca sobre mi mano y las sabanas.

Ahora sí, pensando conscientemente, no sabía cómo ocultar el semen para que no lo notara cuando se despertara.

Tuve que prender la lámpara para tomar unos clínex.

Prendí la luz y ella se despertó.

-Migue, apaga la luz y duérmete de una vez.- En ese momento mi hermana se percató de que sus tetas volaban al aire libre.- Apaga la luz Migue- me pidió impaciente y en ese momento escuché claramente como Cecilia se acomodaba las tetas debajo de su top.

Por la mañana desperté antes que ella, tal vez por la ansiedad y me di cuenta que tenía una tremenda erección. La visibilidad era muy buena para esa hora así que levanté un poco las cobijas para ver su cuerpo.

Qué maravilla! Un cuerpo de 10! No pude resistir la tentación de tocarla nuevamente así que me fui al ataque y esta vez me concentre en sus piernas y su culo. Se lo palpe suavemente hasta que de pronto, se despertó y tuve que fingir dormir.

-Migue… estas despierto?- me preguntó mientras me movía del hombro para despertarme. Voltee hacia ella y le dije:

-Que sucede Ceci?

Mi hermana lucia de buen humor, fingí no quererme levantar, me giró y de un salto se colocó encima de mí, comenzando a molestarme como cuando jugábamos a las luchitas.

Nuevamente sentía sus nalgas sobre mi verga, que ya estaba erecta. Me miró y dijo su clásica frase de: te rindes?

Asentí con la cabeza, pero ella no quiso soltarme

De repente me solté y la tome por la cintura y comenzamos a reñir de forma demasiado cariñoso para algo tan rudo como las luchitas.

Una de mis manos subía por su abdomen hasta llegar a sus pechos. Ella intento detenerla pero fue muy tarde, en un giro inesperado su top se deslizó hacia arriba y dejó sus pechos de fuera. En ese momento mi hermana intentó cubrirse a toda velocidad mientras me decía:

-Me rindo, me rindo. Tú ganas Migue… Luego comentó que prepararía el desayuno y tras ponerse de pie se marchó.

Más tarde mi hermana sirvió el desayuno y nos sentamos a comer.

Su mirada había cambiado, me miraba diferente. De pronto comenzó a comentar cosas sobre la noche anterior. Me dijo que tuvo sueños raros y bochornos y que hasta sintió que alguien la tocaba. Yo fingí demencia y trate hablar de otra cosa pero ella lo retomo haciendo hincapié en el tema. Luego dijo:

-esta muy cómoda la cama de mamá. Tenía años que dormía tan a gusto…- me miró y guiño un ojo.- creo que dormiré todos estos días ahí!!

No sabía que estaba pasando. Es que acaso me coqueteaba o solo se trataba de mi locura por ella lo que me hacia imaginar cosas? Ese día estuve pensando en todo lo ocurrido, como se habían dado las cosas y sobre todo a donde podían llegar. Estaba a un paso de meterme entre sus piernas y cogérmela como tanto había deseado, ya no importaba nada en absoluto que fuera mi hermana, el deseo era más grande, la veía como una hembra ardiente y sensual de la cual aparte estaba completamente enamorado. En ese momento no me importaban las ...