El sexo no es como lo pintan - Relatos Eróticos

El sexo no es como lo pintan

... entrecruzan,

cuando dos miradas son una sola,

cuando el amor traspasa las fronteras del placer,

cuando somos uno solo.

Dos cuerpos, la belleza entrelazada.

En ese mismo instante, no pudo evitar pensar en la hija de la doctora. Una simpática jovencita a quien aún cuando había visto solamente a través de la fotografía sabía que tenía el mismo encanto de su hermana.

Más tarde:

Miguel se encontraba sentado en la misma mesa que la doctora y la hija de ésta. Claudia lucía simple y sencillamente espectacular. Cabello rubio, ondulado, ojos grises, un rostro digno de ser enmarcado y un físico tan tremendo como espectacular.

La doctora Clarisa se mostraba nerviosa, había presentado a Miguel como un joven escritor que se había interesado en su vida profesional y quería publicar un artículo basado en ella. Que otra cosa podía decirle a su hija, que era un paciente al que había invitado a cenar sobre pasando los límites de la ética?

Claudia miraba atenta al joven, no era apuesto pero había algo en él que le llamaba mucho la atención. Le gustaba su forma de conversar mientras manejaba los cubiertos elegantemente.

-Y dime, que escribes?- preguntó Claudia quien nunca antes había conocido a un "escritor".

Miguel miró a Clarisa y ésta evadió la mirada. Estaba bastante nerviosa de que se le cayera el teatrito.

-Escribo de todo, desde poesía hasta novelas un poco salvajes...- Contestó Miguel guiñándole el ojo a Claudia.

-Salvajes ah? - contestó la chica imaginándose a lo que se refería Miguel con la palabra salvaje.

Los chicos entablaban conversación mientras Clarisa no paraba de pensar que diría su marido si la viera ahí, sentada junto a su hija y al joven que le había follado deliciosamente la noche anterior y que tenía intenciones de llevarse a su hija a la cama.

Si la mujer engaña al marido, entonces somos unas putas pero cuando el hombre es el que engaña, la misma sociedad se encarga de alzarle un monumento...- vaya mundo en el que vivimos, pensaba Clarisa mientras veía a su hija platicar de manera muy interesada con Miguel.- si las cosas siguen así, creo que Miguel no necesitará mucho de mi ayuda para llevarse a la cama a mi hija. Aunque conociendo a Claudia no creo que sea una presa fácil y, aunque hace 5 meses le encontré mamando verga como si fuera toda una profesional, no creo que tenga mucha práctica que digamos. Es más, me atrevo a asegurar que aún es virgen…

-Te reto a que me escribas una poesía, o mejor dicho, que me la recites ahora mismo.- le propuso Claudia de manera coqueta a Miguel quien no paraba de contemplar su belleza.

-Niña, compórtate por favor.- le dijo la doctora a su hija al ver la manera casi descarada en la que coqueteaba con Miguel. Sabía que no tenía de malo, de hecho, la intención era que ella cayera en sus redes pero, por alguna extraña razón, había sentido celos.

Terminaron de cenar y el resto de la cena transcurrió casi en silencio. Claudia no paraba de mirar coquetamente a ...