El sexo no es como lo pintan - Relatos Eróticos

El sexo no es como lo pintan

... dije que saldría con mis amigos, ella no noto nada extraño así que no hizo hincapié en eso pero, afortunadamente para mí, estando ya en casa de un amigo, éste me informó que la reunión se había suspendido y regresé temprano a casa. En ese momento mi hermana tomaba uno de sus baños así que inmediatamente procedí a espiar como de costumbre pero al asomar la cabeza me percaté de lo difícil que sería apreciar algo ya que el abundante vapor impedía mi visión. Aun así pude apreciar en todo su resplandor una vagina hermosa cubierta por una pequeña cantidad de vellos y sus pechos, con unos pezones rosados, totalmente erectos por el frío. La imagen fue sublime. Hasta ese momento era lo más que había logrado ver de mi hermana.

Estando en mi alcoba me hice una paja con las imágenes de mi hermana desnuda y desde aquél día siempre esperaba que se bañara para espiarla y después, cuando saliera, ir por sus prendas íntimas al cesto de ropa sucia, y pegarme una chaqueta con ellas.

Una mañana mi hermana salió de su habitación con un diminuto short con el que dormía en ocasiones y me quedé maravillado. El diminuto short, permitía mirar la entrada de los cachetes de sus nalgas que se tornaban de maravilla, en la parte de arriba llevaba un pequeña playera de tirantes blanca y se notaba que no llevaba nada debajo que se veían sus hermosos senos firmes.

Yo, en ese momento, me encontraba en la alcoba de mi madre, quien ya se había ido a trabajar, recostado viendo televisión cuando, de pronto, la veo aparecer en la puerta aun con cara de sueño. Noté que sus pezones se transparentaban a través de su playera blanca y apuntaban hacia arriba por lo que me dije: esta niña tiene frio y yo se lo voy a quitar. Así que le sugerí que se recostara un rato más entre las cobijas.

Cecilia dudo un momento pero terminó aceptando. Después de todo, que tenía de malo acostarse con su hermanito? Varias veces lo habíamos hecho antes así que…

Cuando entro en las cobijas noto que llevaba solo puesto mi bóxer pero no dijo nada.

Se pegó a mi cuerpo y pude sentir su suave piel. Inmediatamente mi verga se puso dura y trate de alejarla de su cuerpo pero en eso, mi hermana giró su cuerpo dándome la espalda y me dijo: tengo frío, abrázame Migue…

Me acerque a ella y la abrace desde esa posición intentando que mi verga no rozara con su culo pero en ese momento, mi hermana echo el culo hacia atrás e irremediablemente terminé arrimándole el pito.

Tuve miedo de la reacción de mi hermana pero ella simplemente se quedó ahí, sin hacer nada.

La sensación que sentía en la punta de mi verga era increíble. Nunca la había tenido tan cerca. Así estuvimos durante un rato con mi mano su abdomen y me pené pegado a sus nalgas hasta que ella comentó que ya era hora de levantarnos.

Un rato más Ceci…- le dije o mejor dicho le supliqué pero ella se negó y, de un solo jalón, terminó arrebatándome las cobijas dejándome con la erección al aire.

Me cubrí como pude con una almohada pero ella se ...