1. Las refugiadas 3 - La fuga de Nuria


    Fecha: 14/08/2019, Categorías: Dominación / BDSM Autor: JBWriter, Fuente: TodoRelatos

    ... hay que quitarlas. Corta hacia la punta y luego mete gasas en medio. —Se encogió de hombros—. Se me quedará lengua bífida.
    
    Se agachó sobre la mesa de madera de trabajo y sacó la lengua todo lo que pudo apoyándola en esta. María vertió alcohol y cortó. Una mancha de sangre se extendió por la mesa, similar a las que llenaban el sillón reclinable y el suelo. María puso gasas en el corte y rodeó con más gasas la lengua cuando Nuria se separó de la mesa. Las sujetó hasta que se las introdujo en la boca llenándola a modo de mordaza. Nuria notaba que le faltaba el aire y tenia que hacer verdaderos esfuerzos para respirar.
    
    Desechó ponerse el top y lo sustituyó por una sudadera con capucha que había comprado en el chino. Guardó el top en el bolsillo junto con la caja con el móvil y todas las joyas. Entregó a María el lector de chips para que se lo devolviera a la veterinaria otro día. Esta lo dejó en el bar.
    
    Apoyándose en ella salieron y bajaron hasta el coche. Procurando no pasar de 30 , lo cual no era difícil con lo denso del tráfico, llegaron hasta el pretil del río, justo en una rampa de bajada. María se despidió de Nuria lanzándole un beso. Esta se limitó a asentir con la cabeza y ponerse la capucha. Mostraba aspecto extraño con zapatos de tacón de más de veinte centímetros y plataformas de casi cinco, minifalda y una sudadera de manga larga.
    
    Una furgoneta de jardinería estaba en el centro, junto al banco donde Pedro le había dicho que los esperase. Algunos jóvenes tiraban petardos alejados unos metros.
    
    —Llegas tarde —la riñó Olha, a la que no reconoció hasta que habló pues vestía un holgado mono de manga larga y gorra de trabajo, nada más acercarse—. Desnúdate
    
    —¿Bag..bii? —preguntó queriendo decir aquí y señalando al suelo.
    
    —Venga… Rápido —insistió Olha—. Deja la ropa que te diera tu amo en el banco y si te has comprado tú algo nuevo dámela.
    
    Dejó en el banco el top que llevaba en el bolsillo y la falda. Por suerte la apertura era total y no tuvo que agacharse para quitársela. Se sacó la sudadera por la cabeza y se la entregó.
    
    —¿Era necesario ese destrozo? —preguntó Olha mirándola a la cara. Nuria asintió. Olha se encogió de hombros.
    
    Olha llevaba un dispositivo con forma de diapasón gigante en la mano derecha. Tenía setenta centímetros de largo y diez de ancho, siendo siete de ellos la distancia entre ambas palas. La pasó por la sudadera y la dejó caer al suelo. Luego pasó el mismo cerca de la ropa del banco. Pitó. Cogió del brazo a Olha y la situó a unos tres metros del banco. Pedro se acercó.
    
    —¿Algún emisor?
    
    —Uno en la falda Amo —respondió Olha—. Sospecho que disimulado con la hebilla del cierre.
    
    —Bien. Era como esperábamos. —Se giró hacia Nuria mientras se ponía unos guantes de látex—. Los zapatos también—. Volvió a darse la vuelta y abrió la caja. Alzó una ceja al ver su contenido. La dejó en el sitio—. Eso sí es inesperado.
    
    Fue a la furgoneta y volvió con un cartón cuadrado de medio metro de ...
«12...4567»