1. Tan Pervertido como el Abuelo


    Fecha: 14/08/2019, Categorías: Gays Autor: Nauj69, Fuente: SexoSinTabues30

    ... aún estás pequeño y no puedes hacer cosas de adultos; pero gracias al abuelito ahora sí puedes.
    
    –Está bien. —Y me sonrió con ternura inocente.
    
    En ese instante, en el que debí haber sentido culpa o vergüenza, lo que experimenté fue una claridad inequívoca. Resultó que yo soy tan pervertido como el abuelo, pues la noción de que el viejo y yo nos cogiéramos a ese pequeño niño me excitaba al punto del degenere; que si mi abuelo deseaba desvirgar también a Nicolás de 3 años, yo le ayudaría.
    
    Entonces llevé a Sebas su cuarto para que se pusiera una nueva mudada de ropa, en lo que escuché a lo lejos que sonaba un teléfono. Momentos después entró el viejo, aún en calzoncillos y con la camisa abierta.
    
    –Llamaron sus padres. Dijeron que van a extender su viaje una semana más.
    
    Y en ese momento Sebastián salió corriendo hacia donde el abuelo estaba parado, para que éste lo alzara en brazos y quedar abrazado a su sudado torso.
    
    –Abuelito yo te quiero mucho y mi culito es tuyo. —Le dijo para mi sorpresa y le dio un beso debajo del bigote, al que el viejo respondió besándolo de lengua como si fuera su mujer.
    
    –Mmmm… Así me gusta. Nos vamos a divertir mucho, ¿no es así Rafita?
    
    –Ya lo creo que sí, abuelo.
    
    Esa misma tarde, en la sala de la casa, estábamos los cuatro desnudos; yo tenía en cuatro a mi hermanito Sebas, cogiéndolo de perrito muy duro por su maravilloso culito, mientras veía al abuelo sentado en uno de los sillones y como él con sus manos sujetaba de la cinturita a Nico y lo hacía subir y bajar de su enorme y venosa verga.
    
    –No llores Nico… ¡Agh! Te duele porque abuelito te quiere mucho. —Le dijo Sebastián a su hermano pequeño desde la alfombra, tratando ingenuamente de consolarlo, al mismo tiempo que recibía a gusto mis embestidas más salvajes.
    
    –¡Rayos que rico es esto! ¡Ohh…! ¡Lo haré todo el día, todos los días! —Exclamé clavando todo mi rabo hasta el tope del culito del dulce niño que ahora era mi putito.
    
    –Lo sé, cabrón. Y espera a que pruebes este.—Y él se la ensartó entera a Nico, que pude ver en su pancita dibujada la forma de la descomunal tranca del viejo semental que era mi abuelo.
    
    —El Fin…
    
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    Nota: Este relato es mi adaptación Gay de “Las perversiones del abuelo”, por Tiomex. 
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