1. El amigo hetero de mi hermano


    Fecha: 12/08/2019, Categorías: Gays Autor: TRC1985, Fuente: TodoRelatos

    ... volvimos a unir al grupo, ya un poco más relajados pero sin perder el contacto físico uno con el otro. Seguimos tomando cañas hasta que se hizo de noche y comenzamos a tomar copas. La gente cada vez se iba animando más y los dos grupos se cayeron bastante bien, así que se unieron. A eso de la media noche y después de varias copas, todos comenzaron a envalentonarse para continuar la fiesta en otro lado. Sergio se acercó de nuevo a mi oído y me dijo que si quería más copas o ir a su casa y que me partiera el culo. Mi polla dio un bote y asentí con la cabeza.
    
    Yo dije que estaba cansado como para ir de fiesta. Había dormido mal y me iba a casa. Sergio le debió decir algo parecido a sus colegas y mientras todos salían del local en una dirección, nosotros nos fuimos en la contraria con la excusa de ir a coger un taxi.
    
    Nada más montarnos en el taxi echó mano a mi culo y yo a su polla y comenzamos a liarnos como si no estuviera el conductor. Entramos a su portal y cogimos el ascenso mientras nos desabrochábamos el pantalón el uno al otro. Su lengua entraba en mi boca buscando la mía mientras mi mano comenzaba a masturbarle lentamente. Mi mano no era capaz de abarcar todo el ancho de su polla. De repente se separó y me escupió en la boca.
    
    Joder, como me gusta que seas tan zorra.
    
    Fóllame. Quiero que me rompas el culo.
    
    Me tiró contra el sofá boca arriba y me arrancó los pantalones mientras yo me quitaba la camiseta. El se terminó de desnudar y se tumbó encima mio. Nuestros cuerpos se frotaban y nuestras pollas peleaban una con la otra. Comenzamos a chuparnos embadurnándonos con saliva el uno al otro. Me dio la vuelta y comenzó a chuparme el culo. Metía su lengua en mi agujero haciéndome retorcerme de placer. Mientras su lengua jugaba en mi agujero, comenzó a meterme un dedo y comencé a gemir pidiendo más.
    
    Tranquilo, que vas a tener más. Solo te estoy preparando.
    
    Y dicho y hecho. Me metió otro dedo y volviéndome loco del gusto mientras azotaba y mordía mi nalga.
    
    Después de cinco minutos dilatando mi agujero, se puso detrás y se escupió en la polla y en mi culo lubricándolo bien. Puso la punta en mi entrada y se echó encima de mi antes de metérmela. Se acercó a mi oreja mientras yo arqueaba mi espalda facilitando la entrada de su polla.
    
    Así, ábrete para mi, que lo estás deseando.
    
    Si, joder. Métemela entera.
    
    Y de un solo golpe me la clavó hasta los huevos. Yo grité de dolor pero lo ahogó con su boca. Se quedó quieto unos instantes dejando que mi culo se adaptará a su tamaño y comenzó un leve movimiento. Mi culo ya se había dado de sí y ese vaivén me transportaba al séptimo cielo. Sentía su peso sobre mi espalda mientras su lengua lamía mi oreja. Sentía sus jadeos, el vello de su pecho contra el mío, las gotas de sudor que hacían que nuestros cuerpos resbalaran. Poco a poco fue intensificando las embestidas. Se levantó y quedándose de rodillas detrás mio sacaba su polla y la metía de golpe, quedando mi culo totalmente a su ...