El amigo hetero de mi hermano - Relatos Eróticos

El amigo hetero de mi hermano

... suavemente. Se la sacudió tanto que comenzó a a hacerse una especie de paja mirándome fijamente a los ojos. Yo sonreí y termine de mear mientras me la comencé a sacudir igual que él. Entramos en un juego para ver quien daba el siguiente paso que fue interrumpido bruscamente cuando se abrió la puerta del váter y salio otro cliente. Los dos nos guardamos rápidamente la polla mientras el otro salía del baño. Aun no nos habíamos abrochado el pantalón cuando el se acercó a mi y comenzó a frotar su polla contra la mía sin decir nada. Nuestros cuerpos estaban totalmente pegados y nuestras bocas estaban a menos de un centímetro de distancia. Notaba su respiración entrecortada por la excitación. Sacó su lengua y me lamió los labios. Yo le correspondí con un beso buscando su lengua dentro de su boca. El me correspondió metiéndome con fuerza dentro del cubículo del váter. Me agarró del culo, me aplastó con todo su cuerpo contra la pared y se acercó de nuevo a mi oreja:

Uf, que cachondo me pones. Quiero que me comas la polla y reventarte el culazo que tienes.

Si joder, métemela.

Mientras decía esto le saqué su polla dura del calzoncillo y me agache para metérmela en la boca. Era la polla más grande que había visto en mi vida. Era recta y con un glande proporcionado a un tronco inmenso. Era muy gruesa. Tanto que me dio miedo no poder soportar que me diera por culo. Antes de metérmela en la boca recogí con mi lengua el liquido preseminal que salía de su punta. Eso hizo que se estremeciera y me agarrara de la cabeza para clavármela hasta la garganta:

Traga joder.

Yo obedecí y dejé que esa barra de carne llegara hasta el final del mi garganta. Él, con prisa, empezó a bufar mientras me follaba.

Siiiii, buah. Como la chupas. Quieres que me corra? No tenemos mucho tiempo.

Si, joder córrete.

Me cogió del pelo y dejándome su capullo en la boca, comenzó a masturbarse rápidamente. Se había levantado la camiseta y me miraba desde arriba mientras yo, agachado, seguía chupando, y le miraba con sumisión y vicio. Le acariciaba los abdominales y el culo y notaba como cada vez se tensaban más. En un momento me sacó la polla de la boca mientras se seguía masturbando, y mirando desde arriba escupió en su glande y me lo metió en la boca para que me tragara la saliva. A los pocos segundos volvió a repetir la operación pero directamente a mi boca. Se puso tan cachondo que comenzó a masturbarse aun más rápido. Dio un fuerte bufido y comenzó a brotar lefa de su polla. Yo con la boca abierta no dejé escapar ni una gota. Saboree su corrida mientras me terminaba de correr yo también. Relamí bien su polla y me levanté. Me dio un apasionado beso apretándome de nuevo contra la pared y se acercó a mi oído:

No te creas que hemos acabado. Te he dicho que te iba a reventar el culo y lo voy a cumplir.

Por mi, cuando quieras.

Tranquilo, que hay mucho día por delante.

Me besó, se guardó la polla y salimos del baño disimuladamente.

De vuelta a la barra nos ...