1. Consulta psiquiátrica


    Fecha: 10/08/2019, Categorías: Hetero Autor: ericaCL, Fuente: TodoRelatos

    ... sobre su escritorio."
    
    "¿Estabas desnuda?" Preguntó su hermana innecesariamente. A ambos se los notaba excitados.
    
    "Tiene un pene grande y gordo. Feo. Púrpura, llena de baches y feo." Agregué. "Me lo metió. Luego siguió llamándome su putita leguleya mientras bombeaba su pija en mi concha."
    
    "¿Tu concha? No deberías llamarla así." Reprendió Emilia.
    
    "¡Me llamó así! PERRA... CONCHA... PUTA... ZORRA TRAIDORA." Gritaba mientras su esperma salpicaba dentro de mí.
    
    "¡Oh, Dios mío! ¿Se supone que es un miembro respetado de la empresa e hizo eso?" Preguntó Emilia. "¿No ha oído hablar de discriminación sexual en el lugar de trabajo? Deberías demandarlo." Agregó su hermana indignada.
    
    "Por favor Emilia, deja que María José termine su historia. Entonces, ¿qué pasó?" Preguntó mientras me giraba hacia mí.
    
    "La próxima vez lo hicimos en el piso, doctor. Yo estaba sobre mis manos y de rodillas. No dejaba de llamarme su pequeña perra leguleya. Que me iba a enseñar todo lo que necesitaría saber. Me azotaba el trasero cada vez que empujaba su feo y gordo pene dentro de mí. Es un cerdo asqueroso."
    
    "Pensé que era un anciano." Protestó Emilia.
    
    "Luego me hizo tomarlo en mi boca. Todo. Apenas cabía. «Chúpalo», me ordenó mientras me agarraba del pelo y me tiraba contra él. Sabía terrible... Hice arcadas... y luego, cuando comenzó a acabar, lo sacó. Me salpicó la cara y el cabello con su pegajoso semen."
    
    "Deberías haberlo mordido. Yo lo habría hecho." Insistió su hermana.
    
    "Luego me dio la vuelta sobre mis manos y rodillas. Me azotó. Luego empujó su sucia pija de nuevo dentro de mí."
    
    "¿En tu culo?"
    
    "No. Pero empujó su dedo en mi ano mientras me cogía. Me dolía. Luego, cuando acabó, quedé tirada en el suelo, boca abajo, llorando. Podía sentir su esperma saliendo. ¿Y tú? ¿Sabes lo que dijo?"
    
    Emilia y César, ambos embelesados por mi historia, negaron con la cabeza.
    
    "Él dijo: «Ahora, pequeña señorita abogada... abogada de mierda, vuelve a tu oficina y recupera el tiempo que has perdido aquí». No podía creerlo. Luego dijo: «Si eres una buena chica durante los próximos seis años, entonces tal vez hablemos de una sociedad.» ¡Deberías haber visto la mirada en su rostro!"
    
    "Qué mierda" Comentó Emilia. "¿Qué hiciste?"
    
    "¡Estaba tan enojada! Me puse de pie y me dirigí a la puerta. ¡Desnuda!"
    
    "¡Uuuhhh! ¿Lo hiciste?"
    
    "Sí. Y cuando me preguntó qué diablos estaba haciendo, le dije que bajaría a mi oficina para completar mis papeles de renuncia. Y que luego llamaría a la competencia y aceptaría su oferta de trabajo."
    
    "No sabía que te habían ofrecido un trabajo. César solo me dijo que almorzaron, que no fue una entrevista ni nada parecido."
    
    "Él no sabía eso. Entonces le dije que una vez que aceptara la oferta de la competencia, prepararía una demanda por discriminación sexual contra él y su empresa, ¡por tres millones de dólares! Y le agregué que le había pedido a mi secretaria que tomara fotografías de mi cuerpo magullado y cubierto ...
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