Consulta psiquiátrica - Relatos Eróticos

Consulta psiquiátrica

... nada:

"¿Te acuestas con tu secretaria?"

"Sí."

"Es muy joven."

"La amo."

"¿Dónde la conociste?"

Antes de responder, metió la mano en su bolsillo y sacó su billetera. Después de sacar un dólar, me lo ofreció.

"¿Para qué es eso?" Pregunté.

"Quiero ponerte en retención."

"¿Por qué?"

"De esta manera nuestra conversación estará protegida por las reglas de confidencialidad abogado-cliente."

"Pero..." Comencé a hablar mientras tomaba el dólar de sus dedos.

"Emilia es mi hermana."

"¡QUÉÉÉÉ!" Mi grito de indignación resonó por todo el restaurante. "Oh, Dios mío."

Mientras yo lo miraba con la boca abierta, él agarró mi mano y la puso en su regazo.

"¿Qué estás haciendo?" Dije mientras miraba alrededor y comprobaba si alguno de los otros comensales estaba viendo lo que estaba pasando.

Cuando hice mi pregunta, mis dedos constataban la dureza en sus pantalones.

"Tengo que volver al trabajo... por favor, doctor." Insistí incluso mientras le bajaba la cremallera.

"Sácalo."

"¡NO! Alguien nos va a ver." Dijo mientras mi mano se deslizaba a través de su bragueta y encontraba su pene.

"Mastúrbame... usa tus bragas." Agregó mientras deslizaba mis bragas en mi mano.

"No podemos..." Dije mientras mi cálida palma rodeaba su pene y luego comenzaba a bombearlo.

“Es parte de tu cura.”

"¡No lo es! Ningún médico actúa así." Insistí, pero mis dedos nunca se detuvieron.

"Recuerde que está el reloj señorita Cano..." Me advirtió con una sonrisa.

"¿Crees que estoy pagando por esto? ¿Para masturbarte? Realmente estás loco." Aun así, mi mano continuó bombeándolo.

"Y también tienes que pagar la cena. Y no te quejes, de todos modos, probablemente se la cobrarás a tu gran cliente corporativo."

Puso mis delicadas bragas sobre su glande justo cuando su pene comenzó a sacudirse. Luego, cuando acabó, me ordenó que me las volviera a poner.

"Percibirán el olor." Protesté.

"¿Entonces? Simplemente pensarán que tuviste sexo. Lo cual es algo completamente normal para una hermosa y sexy mujer joven."

"Todos en la oficina se enterarán. No sabes cómo chismean."

"Eso es bueno. Te ayudará a curarte." Me prometió mientras me acompañaba fuera del restaurante. "Es hora de que se den cuenta de lo sexy que es la abogada que tienen trabajando allí."

Sesión 5

"¿Estaré en el sofá hoy doctor?" Pregunté en cuanto crucé la puerta.

"Sí, por favor."

Mis ojos inmediatamente se concentraron en la lata de crema de afeitar que estaba en el borde de su escritorio y la navaja que estaba sobre una toalla doblada al lado.

"Son encantadores" Me dijo, incapaz de ocultar la admiración en su voz cuando expuse la ropa interior de esta semana. Un pequeño push up, sujetador semi turquesa con ribete de encaje y braguitas en juego.

"¿Me los quito?"

"¿Podrías?"

"Por supuesto." Asentí mientras me recostaba.

"Hoy te voy a afeitar María José." Me dijo mientras me bajaba las bragas por los muslos.

"Pero pensé que ...