1. Destrozado


    Fecha: 09/08/2019, Categorías: Sexo en Grupo Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... dar una excusa y marcharme, pero por otro lado me apetecía meterme en la piscina con las tres, seguro que alguna teta o algún coño que no fuera el de mi mujer llegaba a tocar. Tras pensarlo nuevamente y después de hacer tripas corazón allá que me quité la camisa y las tres gritaron al unísono un ¡Ohhhhh!, supongo que para darme ánimos, pero aun me sentí mas azorado por ello. M comencé a quitar el pantalón y también las tres apoyadas en el borde de la piscina y mirándome comenzaron a cantar como si aquello se tratase de un striptease. Me di la vuelta para apoyar los pantalones en una silla y ya no me quedaba más remedio que bajarme el bóxer a lo cual las tres chicas aplaudían y jaleaban como si yo fuese a enseñar la maravilla del mundo. Al final me decidí y me los quité de un solo golpe y corrí hacia ellas mientras mi miembro se bamboleaba y yo intentaba llegar a la piscina para que con el agua fría “aquello” bajase y no pudiesen reírse más.
    
    Las tres chicas siguieron mis evoluciones hasta que caí dentro de la piscina y cuando salí del fondo del agua y las miré vi que las tres seguían sonriendo y mirándome el pene, el cual ni por la frialdad del agua yo había conseguido que bajase a su posición de descanso.
    
    Celia al ver que aunque pequeño, aquello seguía pidiendo guerra, acercó su mano hasta él y mientras miraba a mi mujer le preguntó: ¿Puedo? Mi mujer aun sonriendo dijo: Mujer, pídele permiso a su dueño, no a mí. Celia riendo también contestó: “se lo estoy pidiendo, su dueña eres tú”, Jajaja. Ante esta conversación y sin que yo pudiese decir nada, Maite se acercó, y cogiéndome el pene, contestó: Nada, lo que hay en España es de los españoles. ¿O no, Silvia? Ante esto mi mujer ni corta ni perezosa, a pesar de lo estricta que había sido siempre, y que jamás había querido ni siquiera intentar hacer un trío y eso que se lo había pedido yo en innumerables ocasiones, contestó: De acuerdo, lo que hay en España es para los españoles, pero no me lo vayáis a matar entre las dos, que yo os conozco”. Ante esto Celia dijo:”Entre las tres, o tu no vas a participar del festín”. “A partir de ahora se abre la veda y el que lo pille es suyo, ¿vale, Silvia?
    
    Ok, de acuerdo, haber cuanto aguanta ya que se cree tan machito., contestó mi mujer, y dicho y hecho cuando me di cuenta tenia a tres lobas encima metiéndome mano las tres. Mientras Silvia se acercaba a mi oreja y me decía:”Nunca habrías esperado algo así”. Maite seguía con mi pene en su mano y acercándose a mí se lo restregaba por su barriga. Celia se había ido por detrás de mí y cogiéndome los huevos por debajo de mis piernas me los masajeaba. Yo para no ser menos, con una mano acariciaba a mi mujer, pues me daba miedo aun que se fuese a arrepentir y con la otra mano me fui directamente al coño de Maite que me atraía como un imán.
    
    Cuando sentí entre mis dedos la vagina de aquella mujer, aun me empalmé más si es que aquello era posible. Introduje uno de mis dedos dentro y sentí el calor de su ...
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