Años 70: Estudiando en Alemania 2 - Relatos Eróticos

Años 70: Estudiando en Alemania 2

... para que él pueda ir, con tiempo, buscando una residencia femenina donde tengan plaza. ¿Me dejáis, porfa?

- Pero el estará de exámenes. No puedes quedarte sola - dijo su madre

- Bueno, yo ya estaré acabando y no son como aquí, es más importante llevar el curso al día. Puedo acompañarle sin problemas. Si no, que venga en julio y estaré libre.

- Buenos - dijo mi tío - lo vemos y te decimos. No me parece mal que la niña vea otros países, y, al fin y al cabo, Jorge va a cuidarla. En principio vete mirando residencia y nos dices. Por el coste, no te preocupes.

- Además, estoy sacándome la licencia de conducir y para entonces ya podré conducir y llevarla a los mismos sitios que fui con mis padres.

- La verdad es que merece la pena ver Munich, Salzburgo, los castillos y los lagos - dijo mi padre.

- Pues listo. Ya nos dirás. Espero que cuides bien de ella o no podrás volver porque te cortaré los cataplines. - dijo su padre. Todos nos reímos.

Volví a Múnich y pasé estudiando todo segundo trimestre. Me saqué el carnet de conducir y estuve todos los fines de semana sirviendo mesas y poniendo copas en un bar español del Schwabing, ganando algo de dinero para mis viajes a Bremen y para ahorrar para un coche viejo de segunda mano.

Posteriormente en Semana Santa me fui de nuevo a Bremen a ver a Karin. Me llamó la atención la forma tan diferente de celebrar esa semana entre España y Alemania. En España es Semana Santa o de Pasión y las calles se llenan de banderolas con crespones, nazarenos, procesiones, saetas, cristos, vírgenes, pasos, tambores, Via Crucis, bandas de música y desfiles pasionales. En cambio, en el centro y norte de Alemania, protestantes, celebran la Pascua, y las tiendas y las casas se adornan como en navidades, pero llenos de conejos de pascua y multitud de huevos de pascua de colores y de chocolate, con lucecitas y sobre bases de paja y cestas. La gente toma vacaciones y se divierte. No ví ninguna procesión, entre otras cosas, porque los protestantes no adoran las imágenes, estando las iglesias libres de ellas, solo con una cruz. En cambio, en el sur, en Baviera, son católicos, y es al revés.

Yo llegue el jueves santo por la mañana. Karin y yo nos quedamos en casa haciendo el amor todo el día. El viernes nos fuimos con las bicicletas a dar una vuelta por la orilla del rio Weser, y llegamos muy cansados, por lo que nos dormimos sin hacer el amor y lo dejamos para el sábado por la noche, cuando volviéramos de la cena con la familia Sauer, la de acogida del verano y los padres de Karin. Yo me iba el domingo por la mañana. Ese sábado por la mañana fuimos con la bici por el parque central.

Como estaba previsto el sábado por la noche salimos a cenar todos juntos, Otto y Hanna, Karl y Renate y Karin y yo. Estuvimos en un restaurante muy bonito, con un músico con guitarra, tocando y cantando música en directo. Al final Karl y Otto se pusieron a tomar chupitos de aguardiente Schnaps, alternándolos con otros de licor ...